En este proyecto, Carla Canepa tuvo la oportunidad de desarrollar todo el diseño de interiores, desde los ambientes principales como sala, comedor, escritorio, sala de estar y terraza; hasta la cocina, dormitorios, baños y closets.
El objetivo fue que cada detalle converse con la arquitectura impactante de la casa hecha por el arquitecto Juan Carlos Domenack.
El primer reto fue trabajar una sala con techo de doble altura, sin que el resultado sea muy vacío o por lo contrario que se vea muy exagerado, intentando completar cada metro con muebles y accesorios. Se logró que todas las cosas tengan un lugar definido en el espacio.
Se requería un diseño que sea elegante, pero sin lujos, querían una casa donde podrían disfrutar en familia de todos los espacios, sin preocupaciones. Se solicitó la presencia de materiales naturales, por ello se puede observar el uso de la madera y mucha intervención de plantas. Así mismo, las curvas y formas orgánicas del mobiliario transmiten una sensación de vida en la casa, al igual que el uso de diferentes tonalidades de madera con vetas únicas, que se encuentran hasta en los baños y en la cocina.
En general, en el proyecto completo se puede percibir una gran elegancia debido al uso de una paleta de colores bastante neutral, pero con importantes acentos de color en algunos muebles o piezas especiales, en algún cojín u obra de arte. Tonos de azules, verdes y ocres fueron los principales acentos que le dan un toque especial a cada ambiente.
Así mismo, la paleta neutral que está compuesta por blancos y beiges en sus diferentes tonalidades, se enriquece aún más con las texturas de los tapices, las vetas en las maderas y los metales en diferentes tonos. El uso del negro es clave para generar un contraste perfecto y darle fuerza al diseño como conjunto.
Con el fin de darle continuidad al proyecto y que cada ambiente este relacionado uno con otro, podemos encontrar mucha madera en la cocina también. Esta contrasta muy bien con el uso de griferías y detalles en tonos negros. Lo que más llama la atención en este ambiente, es la estructura de fierro negro que está suspendida sobre la isla. Esto permite esconder la campana con adornos y plantas que se complementan con la terraza, la cual está integrada.
En este proyecto se hicieron dos terrazas, la primera que se integra con la cocina y que tiene una zona de parrilla al lado. En ambos espacios se usa mucha madera natural, partiendo de la mesa de comedor que tiene un tablero que parece ser recién talado de un árbol, así como el de la barra. Esto se complementa muy bien con el revestimiento de madera que se encuentra en la zona de los muebles.
Así mismo, en la segunda terraza el interiorismo se integra perfectamente con el entorno, aprovechando cada recurso que la naturaleza ofrece. Se respetan los árboles que eran parte del naturales, por lo cual fue necesario hacer huecos en el piso deck.
El gran logro de Carla Canepa en este proyecto es la perfecta armonía entre la arquitectura, el paisajismo y el interiorismo del lugar; al usar una gran variedad de estilos de muebles, mezclando texturas y materiales para transmitir una elegancia que no sea forzada y que se perciba muy natural.
Muestra espacios cómodos, vivenciales y con los cuales el cliente se siente identificado, razón por la cual se alcanzó la satisfacción de quienes confiaron en su trabajo.
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