AB Arquitectura, estudio dirigido por la arquitecta Andrea Benavides y responsable del diseño exclusivo de la línea de mobiliarios AMOBBLAR, presentó un proyecto de interiorismo inspirado en la esencia emocional del atardecer. La propuesta, concebida para el área social de una vivienda, transforma la sala en un refugio de relajación y conexión, evocando los tonos cálidos y envolventes del ocaso.
El concepto se construyó a partir de una paleta cromática en tonos naranjas, terracotas y acentos rojizos, en armonía análoga, representando la transición de luz y color propia del atardecer. La pieza central del ambiente es un sofá en L, modular y versátil, de estilo moderno y perfil bajo, confeccionado con tela de Cofesa en un tono verde olivo, parte de la colección 2025. Su diseño fue desarrollado en conjunto con Salone Design, especialistas en mobiliario, quienes también participaron en la integración de madera natural de textura suave y elegante en tonos marrones, aportando equilibrio y calidez.
Las butacas y el puff refuerzan la atmósfera cálida y emocional del espacio. La armonía visual se complementa con una cuidadosa selección de macetas de líneas suaves y redondeadas, elegidas en tonos vainilla y cobre, trabajadas junto a la marca Somos Vivir Bonito. La selección de plantas de Del Jardín también fue determinante: se eligieron especies de follaje verde oscuro para mantener una presencia natural intensa sin recargar el ambiente.
La propuesta se completó con una luminaria de Helios: una lámpara de pie minimalista y elegante que añade un toque contemporáneo al conjunto. Además, los detalles artesanales, como las tazas de cerámica creadas por Pájaro Loco en tonos ocres y verdosos, aportan un matiz artístico y auténtico.
Para Andrea Benavides, este proyecto demuestra que los espacios pueden trascender las tendencias convencionales. Inspirarse en elementos de la naturaleza, como un atardecer, permite construir ambientes con identidad propia, conectados con las emociones y la esencia de quienes los habitan. La propuesta invita a personalizar el hogar, fortalecer su carácter y convertirlo en un reflejo genuino de quienes lo viven.
El color elegido fue el color del año 2026 de American Colors Solmira.
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Fotógrafo: Joaquín Jerí
