La Residencia Infinity Edge, concebida por el estudio TONOS TROPICALES, es un ejemplo contundente de cómo la arquitectura puede convertir restricciones en oportunidades. Ubicada en Azhiyur Village, India, esta vivienda de estilo Tropical Modern se levanta sobre un terreno trapezoidal de apenas 8 cent, dentro de la Coastal Regulations Zone y a solo 100 metros de la carretera nacional. Una combinación de factores que, para muchos propietarios, suele ser motivo de descarte. Sin embargo, una joven familia de seis decidió apostar por el diseño informado y valiente del estudio.
El equipo de TONOS TROPICALES partió de la irregularidad del terreno para dar forma a un plan único. El acceso se ubica en uno de los extremos más angostos, enfatizando un ángulo agudo que se convierte en punto de partida del diseño. A partir de él, la casa ocupa inteligentemente la geometría del sitio, incorporando un pequeño triángulo como área verde independiente. El proyecto demuestra que incluso los espacios urbanos más limitados pueden integrar naturaleza: los laterales se “toman prestados” como áreas ajardinadas que dialogan con el interior.
Los ambientes fueron diseñados para resistir el uso cotidiano de una familia numerosa. Pisos de piedra caliza natural y un techo de concreto pulido revelan la preferencia del estudio por materiales crudos y texturas honestas. Una paleta de grises y tonos cálidos de madera fluye hacia la cocina y los dormitorios, creando continuidad visual. La casa de 330 metros cuadrados alberga cinco habitaciones, dos en el primer nivel y tres en el segundo, orientadas hacia el oeste para aprovechar la brisa marina. Cada dormitorio se alinea con la geometría del terreno, generando rincones de descanso resguardados por vegetación.
Una escalera de metal y madera conecta ambos niveles y culmina en la terraza de servicio. Su descanso funciona además como un pequeño estudio con vista a un lote vecino. Ventanas estratégicas permiten que el viento del mar atraviese la vivienda, potenciando la ventilación natural. En el segundo piso, una sala superior se abre hacia una amplia terraza que llega hasta el borde del terreno, protegida por un techo de estructura metálica y tejas. Este espacio exterior elevado se convierte en área de juegos y descanso, compensando la falta de patio a nivel del suelo.
Infinity Edge encarna el principio de “la forma sigue a la función” desde su concepción. Su diseño demuestra que un terreno atípico puede ser el punto de partida para una arquitectura más inteligente, sensible y conectada con su contexto. Es una residencia que transforma limitaciones en posibilidades.
Fotografía: Syam Sreesylam




