Timothy Godbold, el reconocido diseñador de interiores, ha llevado a cabo una impresionante transformación en su residencia en los Hamptons. La casa, ubicada en Southampton y construida en 1973 por el arquitecto Eugene L. Futterman, ha experimentado una renovación completa, convirtiéndola en un verdadero refugio digno de una película de James Bond.
Esta vivienda, con una superficie de 158 metros cuadrados, requería una restauración importante, y Godbold, originario de Perth, Australia, se inspiró en su pasión por el estilo modernista y la estética de las películas de James Bond de su juventud. Su objetivo era fusionar la casa de su infancia con la sensación de una guarida de villano sacada directamente de la gran pantalla, y lo logró de manera excepcional.
El exterior de la casa, originalmente revestido de cedro, fue completamente pintado de negro, lo que no solo le confirió un aspecto distintivo, sino que también ayudó a ocultar las imperfecciones del revestimiento. La estructura consta de dos volúmenes trapezoidales interconectados que crean una línea de cubierta dinámica y una escalera que proporciona acceso a los niveles divididos a ambos lados.
Grandes ventanales enmarcan las impresionantes vistas de los bosques circundantes, y múltiples claraboyas con lamas de madera añaden una luminosidad única desde arriba. En la mitad más corta del edificio, se encuentra una sala de estar en dos niveles, beneficiándose de la altura del techo a un agua y de la luz natural que entra desde arriba.
El mobiliario de la planta baja incluye sofás que forman parte de un seccional, junto con una mesa de centro. Las paredes y el techo están revestidos con un cálido yeso gris, y una chimenea escultural y un hogar flanquean la sala de estar.
La suite principal ocupa el nivel superior del volumen más alto, donde se han eliminado las paredes para crear una apertura entre el cuarto de baño y la zona de dormitorio. El suelo enmoquetado bajo la cama se ha elevado para dar la sensación de flotación, y se puede colocar una cortina alta de lino alrededor de esta área para mayor privacidad.
En la planta baja, se encuentran dos dormitorios de invitados, conectados por un pasillo forrado de madera que se abre a una terraza. La casa, ubicada en una parcela en pendiente, cuenta con múltiples niveles de acceso al jardín, desde la parte delantera hasta la trasera. Escalones con forma de “nenúfar” conducen desde la calle a la terraza delantera, mientras que una escalera más empinada comunica con el patio elevado de la parte trasera.
