Esta casa de vacaciones en Woodinville adopta un estilo nórdico, fusionando tonos neutros y minimalismo orgánico para crear un interior lleno de paz.
La diseñadora de interiores Lisa Staton, basada en Bellingham, se encargó del diseño interior de esta vivienda remodelada, propiedad de una familia de seis miembros y ubicada en un entorno rural rodeado de bosques y viñedos en Washington.
La arquitectura de Ripple Design Studio destaca por su revestimiento de cedro oscuro y un diseño de varios niveles que se integra armoniosamente con el entorno. La solicitud de los clientes era lograr una granja de estilo escandinavo con espacios privados y la sensación de una casa familiar conectada. La respuesta de Staton fue complementar el diseño con muebles sencillos y acabados orgánicos, creando una interpretación cálida y relajante de un granero escandinavo en el Pacífico Noroeste.
El interior, finalizado en dos años, incorpora detalles artesanales y vintage, junto con formas contemporáneas, manteniendo una sinfonía de texturas que armoniza el espacio. La paleta de colores se centra en maderas claras y tonos grises, cafés y crema, con guiños al estilo nórdico en detalles como asientos con respaldo de palos, estufas de leña y suelos de baldosas rústicas.
La cocina destaca con roble blanqueado, encimeras de cemento pulido y una estufa Lacanche, mientras que el comedor, iluminado por ventanas de altura completa, presenta lámparas colgantes de ratán sobre una mesa de roble local. Staton utiliza pintura de cal en tono blanquecino para lograr un efecto de enfoque suave, extendiendo esa sensación de tranquilidad a través del suave brillo de las paredes de yeso tadelakt en el baño principal. El conjunto crea un ambiente celestial, como lo describe Staton, que ha dejado a la familia maravillada desde el primer día. La casa, con su calma y energía enriquecedoras, se convierte en un refugio único y acogedor.
