Frente a la creciente demanda de viviendas de calidad y soluciones constructivas más eficientes, la arquitectura modular emerge como una alternativa concreta y transformadora para el desarrollo urbano en el Perú.
Este sistema, basado en módulos prefabricados ensamblados en sitio, permite combinar rapidez de ejecución, control de calidad y flexibilidad de diseño. Casos como el de Tecno Fast Home en Chile evidencian cómo la modularidad permite crear viviendas contemporáneas, con dobles alturas y configuraciones adaptables a las necesidades cambiantes de los usuarios.
Entre sus principales ventajas destacan la reducción de tiempos de obra, el control de costos, la disminución de residuos y una alta eficiencia energética. Tecnologías como los paneles SIP (Structural Insulated Panels), utilizados por empresas como Megapanel y Casas SIP, optimizan el aislamiento térmico y acústico, contribuyendo al confort interior y al ahorro energético.
En el Perú, donde predominan la autoconstrucción y métodos tradicionales, la arquitectura modular representa una oportunidad para democratizar el acceso a viviendas seguras y de calidad, estandarizando procesos y reduciendo la informalidad. Asimismo, responde a las nuevas necesidades pospandemia, integrando espacios de trabajo en casa, áreas comunes flexibles y posibilidades de ampliación futura.
Experiencias como las de Baumax en Chile demuestran que es posible industrializar la construcción sin sacrificar innovación, sostenibilidad ni tecnología, pilares fundamentales para pensar la vivienda del futuro.
Desde METROPOLIS Oficina de Arquitectura, se viene investigando modelos de vivienda modular orientados a enfrentar el déficit habitacional con soluciones accesibles, escalables y contextualizadas a la realidad peruana. El enfoque apunta a articular diseño de calidad, eficiencia constructiva y flexibilidad como respuesta efectiva a las necesidades urbanas actuales.
La modularidad también ofrece una alternativa ágil para la construcción de barrios completos, la aceleración de procesos de urbanización y la atención de emergencias en zonas vulnerables o afectadas por desastres naturales. Con políticas públicas adecuadas, normativas específicas, incentivos y la colaboración entre el sector público, desarrolladores y arquitectos, este enfoque podría transformar significativamente la vivienda social en el país.
La arquitectura modular se presenta así como una herramienta concreta para cerrar brechas habitacionales, impulsar la innovación en diseño y avanzar hacia ciudades más sostenibles, inclusivas y resilientes.