Ubicada en un barrio privado de la comunidad parsi en Lonavala, India, Villa Familia, obra del estudio unTAG, se erige como un refugio biofílico tropical que fusiona arquitectura contemporánea, tradición y naturaleza. Concebida como un hogar multigeneracional, la vivienda busca fomentar la convivencia entre generaciones, equilibrando la intimidad y la apertura en un entorno que respira armonía con el paisaje.
Exteriormente, la residencia se presenta como una moderna construcción revestida de vegetación, mientras que en su interior se ornamenta con antiguas reliquias parsi, reflejando la historia y herencia familiar. La casa se estructura en tres volúmenes interconectados por delicados pasajes que no solo articulan el recorrido, sino que enmarcan vistas panorámicas del entorno tropical. Estos espacios abiertos permiten la entrada de luz natural y aire fresco, generando una sensación constante de descubrimiento a lo largo del recorrido.
El corazón de la vivienda se encuentra en la sala de estar, concebida como un punto de encuentro entre dos patios y sus respectivas galerías. Aquí, los límites entre interior y exterior se difuminan, promoviendo una experiencia continua entre lo construido y lo natural. En el centro, una escalera de caracol en metal y madera se erige como pieza escultórica, uniendo los niveles de la casa con elegancia y carácter.
Las cinco habitaciones, todas con baño privado, se distribuyen estratégicamente entre los tres volúmenes. Las inferiores se abren hacia los jardines, mientras que las superiores, con techos inclinados y amplias vistas a las colinas de Tungarli, ofrecen una atmósfera más introspectiva. La cocina, conectada con un huerto orgánico propio, convierte la preparación de los alimentos en un acto vinculado directamente con la tierra y el paisaje. Por su parte, la zona de piscina, acompañada de una celosía de ladrillo y cubierta vegetal, se consolida como el epicentro social del hogar.
La arquitectura de Villa Familia responde de manera inteligente al clima de Lonavala, caracterizado por intensos monzones y veranos rigurosos. Su distintivo tejado a dos aguas truncado canaliza el agua de lluvia y aporta una silueta escultórica al conjunto. Aleros amplios, galerías sombreadas y ventilaciones cruzadas garantizan el confort térmico natural, reduciendo la necesidad de sistemas mecánicos y fortaleciendo el vínculo con el entorno.
El proyecto celebra la materialidad local y la estética india a través de la piedra Shahabad, resistente y de bajo mantenimiento, empleada tanto en la fachada como en los suelos junto con piedra Kotah. La selección de texturas y patrones realza la elegancia atemporal del espacio. No obstante, el alma de la villa reside en su núcleo biofílico: una envolvente verde compuesta por jardineras que varían con las estaciones, integrando flora autóctona y tropical. Estas plantas no solo suavizan la escala de la vivienda, sino que también actúan como filtros visuales y ecológicos, atrayendo aves y mariposas.
Villa Familia es, en esencia, una arquitectura que honra la unión, la memoria y la continuidad familiar. Más allá de una residencia, es un santuario viviente que celebra el paso del tiempo, las estaciones y la íntima conexión entre el ser humano y la naturaleza.
Fotografía: Estudio Pranit Bora




