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Ventanas redondas: De los barcos a la arquitectura contemporánea

Arquitectura

Ventanas redondas: De los barcos a la arquitectura contemporánea

Publicado hace 3 años

Hay dos razones principales por las que las ventanas de los barcos son redondas. Son más fáciles de sellar y, sobre todo, son más resistentes a la alta presión que ejerce el agua sobre ellas. Esto se debe a que las esquinas son los lugares donde, naturalmente, se concentran las tensiones, debilitando la estructura en su conjunto. Es también por eso que las ventanas de los aviones son pequeñas y redondeadas; las altas presiones se distribuyen en las formas curvas, reduciendo la probabilidad de grietas o roturas.

En la arquitectura, las aberturas circulares son bastante antiguas. El Oculus ha sido una característica de la arquitectura clásica desde el siglo XVI. También conocido con la expresión francesa oeil de boeuf (u ojo de buey), las aberturas circulares o semicirculares se forman a partir de la construcción de arcos de mampostería, que permiten la creación de aberturas y la formación de vanos solo mediante el cierre de las piezas. Con el paso del tiempo y la incorporación de nuevas tecnologías y conocimientos constructivos, crear aberturas rectangulares en edificios comunes se ha vuelto más sencillo, racional y económico que los redondos. Aún así, continúan figurando en una multitud de proyectos.

En la arquitectura moderna, es difícil dejar de mencionar a Louis Kahn y las diversas aberturas circulares icónicas y las respectivas yuxtaposiciones creadas en sus diseños. En el proyecto Maison Bordeaux, unas décadas más tarde, Rem Koolhaas propuso una casa compuesta por la superposición de tres volúmenes distintos, con una compleja disposición estructural. Tanto en el sótano como en el segundo piso, la estructura está marcada por varias aberturas circulares, algunas operables, otras fijas.

A pesar de ser utilizadas más por razones estéticas que funcionales, las ventanas circulares son bastante comunes en la arquitectura contemporánea, en las más diversas escalas y propósitos. En el proyecto del estudio eyc en España, por ejemplo, los arquitectos utilizaron ojos de buey de aluminio reciclados de un viejo barco, lo que le dio al edificio costero un aspecto único.

Pero lo más común es que se construyan marcos circulares para armonizar con las formas del proyecto. Bernard Tschumi, en el proyecto del Museo de Ciencias Binhai, diseñó el edificio como una serie de conos a gran escala. Los marcos, todos circulares, se equilibran con los volúmenes curvos del edificio monumental.

Hay ocasiones en las que las aberturas circulares funcionan para romper la rigidez de los volúmenes o sus fachadas. En el proyecto del Comisariado de Policía de X-TU en Francia, una serie de ventanas redondas, revestidas de cilindros opalescentes, marcan la fachada y la iluminan durante la noche. En Singapur, en la incubadora "Design Orchard", se incluyeron círculos para darle vida a un frontón: "los muros de concreto sin encofrado son perforados estratégicamente con aberturas circulares y marcos de concreto prefabricados empotrados para permitir la luz, las vistas, la ventilación e incluso las vitrinas a través de la estructura de concreto sin afectar su integridad estructural". En Vultureni House, de TECON Architects, el rigor de las formas rectas se combina con aberturas circulares que lo acompañan a lo largo de la fachada hasta la entrada principal. En el proyecto multifamiliar en Australia de BKK Architects, seis grandes vidrios perforan la fachada, introduciendo creatividad formal y reduciendo la masa general del edificio para acomodarse de mejor manera a un entorno construido de menor escala.

Para el proyecto de una escuela primaria en los Países Bajos, diseñado por Moke Architecten, una serie de marcos circulares y un revestimiento rojo en forma de escamas le dan al edificio una expresión autónoma que lo resalta de sus alrededores y explica su función pública. En China, en cambio, un enorme edificio educativo, con biblioteca, teatro y otros programas llama la atención por su forma y sus colores. El techo inclinado con claraboyas puntiagudas del Pinghe Bibliotheater de OPEN Architecture, junto a una serie de ojos de buey inspirados en barcos y
su atractivo color azul dejan una fuerte impresión en los transeúntes.

En el proyecto de Nartarchitects en Galyateto, el enfoque es diferente. Se trata de una torre de observación en una ruta turística nacional que atraviesa el norte de Hungría entre colinas. "En el núcleo interno de la estructura de hormigón aparecen 3 refugios para acampar iluminados con ventanas circulares de colores, creando un ambiente especial para los excursionistas que desean descansar un poco durante su viaje".

La presencia de aberturas circulares también puede ser simbólica. En este proyecto en Melbourne, "el edificio ofrece una presencia panóptica en un lugar conocido por sus desafíos de seguridad. Marcadas por portales prominentes, las ventanas circulares con espejos en la fachada acentúan el motivo del monóculo de una cámara". En el proyecto de la Casa del Sr. Barrett, la opción era resaltar y diferenciar lo nuevo de lo antiguo. Según los arquitectos, "En términos de conservación y renovación, se asume por completo el carácter de palimpsesto de tal edificio. Su historia y naturaleza están formadas por capas sucesivas que modifican su vida. Este es uno de los motivos de la creación de agujeros redondos en la fachada. Afirman su contemporaneidad que desaparecerá con el tiempo y pasará a formar parte de la naturaleza vernácula del edificio".

Fuente: ArchDaily

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