Bjarke Ingles ha diseñado un puente de líneas escultóricas en el museo Kistefos. Además de unir las dos orillas del río acoge una galería de arte en su interior.
En Jevnaker (Noruega), en un exuberante paisaje boscoso, se encuentra Kristefos, uno de los mayores parques de esculturas de Europa. Allí, el estudio BIG, del arquitecto Bjarke Ingels, ha diseñado su primera obra en el país escandinavo, un puente sobre el río Randselva, The Twist, una infraestructura-escultura que une dos riberas boscosas completando la ruta cultural de este particular institución de arte contemporáneo. El puente se ha concebido como una gran viga retorcida en el centro para crear una forma escultórica que no es sólo un capricho estético: el giro en el volumen del edificio permite que el puente se levante desde la orilla inferior del río hasta la otra ladera, más elevada.
El concepto de The Twist va más allá de su función, también es una galería que acogerá las exposiciones temporales del museo Kistefos. El puente se divide en 3 galerías diferentes: una amplia, con luz natural y vistas panorámicas en el lado norte; una galería alta y oscura con iluminación artificial en el lado sur; y, en el medio, un espacio escultórico con una astilla retorcida de luz de techo. Esta capacidad de compartimentar, dividir o fusionar los espacios de la galería, crea flexibilidad para la programación artística del museo.
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