Inspirándose en México, Reutov Design ha llenado de color y optimismo este piso de Nueva York. Aquí no existen los días grises.
Una pareja que trabaja en el mundo de la moda quería convertir su piso de 55 metros cuadrados situado en el sur de Manhattan en un hogar muy creativo, con estilo arriesgado y en el que se respirara optimismo y positividad nada más cruzar la puerta y acudieron a Dmitry Reutov, del estudio Reutov Design, para conseguirlo. Los propietarios dieron carta blanca al interiorista, que decidió emplear todos los colores que tenía a su alcance, menos el blanco. "Me inspiré en México. Quise transmitir su sol y sus colores y llenar cada estancia con el olor de sus flores y toques naturales", explica el líder de este estudio con sede en Moscú.
Siguió las indicaciones de sus clientes al pie de la letra: "Decidimos apostar por un diseño arriesgado y una paleta de colores atrevida para que, al cruzar la puerta, sus propietarios pudieran olvidarse de los días grises y del ruido de la ciudad", afirma Dmitry que ha cubierto el suelo de cemento azul turquesa que recuerda al agua del mar Caribe, las paredes de un rosa similar al color fetiche del arquitecto Luis Barragán, y ha hecho varios guiños al sol mexicano en una ventana interior redonda con plástico naranja y en el espejo de baño. No solo los colores son audaces, también las formas. El interiorista ha empleado unos cilindros de poliuretano para cubrir las paredes, consiguiendo aislar el interior del ruido, y en el dormitorio construyó unas estanterías con forma de escalera que cubrió con yeso para recrear las típicas construcciones mexicanas y lograr superficie de apoyo y de almacenaje oculto.
En la decoración ha mezclado piezas con carácter, como el sofá Bubble de Roche Bobois, las lámparas de Michael Anastassiades y el papel pintado en degradé hecho a mano por Callico Wallpaper, con diseños propios fabricados con terrazo, plástico, cemento y cobre. Los armarios hechos a medida del dormitorio se rematan con formas redondeadas que dialogan a la perfección con las ventanas arqueadas y se repiten en el mueble bajo y en la vitrina transparente de la cocina. El toque mexicano definitivo lo ponen los cactus de gran porte que encontramos en los rincones más inesperados de la casa.
Fuente: Elle Decor
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