En los últimos años ha habido un aumento de los casos de personas sensibles o alérgicas al moho.
La reacción al moho que se encuentra en interiores puede provocar episodios de asma en asmáticos y alérgicos y en personas consideradas sanas puede causar rinitis, sibilancias al respirar, afecciones en el aparato respiratorio, tos y fiebre. También hay evidencias que parecen indicar una relación entre la exposición al moho interior y las enfermedades respiratorias en niños.
La construcción en las últimas décadas de edificios inteligentes, que son herméticos y en los que no hay suficiente ventilación ni renovación de aire, parece ser la causa de que algunos mohos tóxicos que siempre han existido afecten ahora a nuestra salud con más facilidad. Los materiales de construcción que utilizamos hoy en día también pueden facilitar la aparición de moho, por lo que muchos de ellos están, además, tratados con fungicidas, sustancias que son altamente tóxicas. El moho es uno de los factores causantes de lo que conocemos como “Síndrome del edificio enfermo”.
Prevenir La Aparición Del Moho
El moho se reproduce a través de esporas la temperatura y una humedad altas facilitarán la aparición de moho. No nos es posible mantener la temperatura de casa baja sin tener frío, por lo que la mejor arma para prevenir la aparición de moho es controlar la humedad.
Control de la humedad
Una estancia poco ventilada y con un grado alto de humedad o de condensación –como pasa en los sótanos- o una superficie adecuada (ropa, madera, comida, cuero, yeso, etc.) que se encuentre mojada durante al menos 24 o 48 horas es el mejor sitio para que el moho pueda crecer.
Para reducir el grado de humedad en verano podemos utilizar los aires acondicionados y en invierno deshumedecedores.
Tips para evitar la humedad
© 2024 Dossier de Arquitectura, Todos los derechos reservados