Tapizados, mullidos y con los clásicos remates de botones entelados. Así son los cabeceros para poner tu cama a la moda.
La palabra capitoné viene de un carruaje que se usaba para el transporte de mobiliario y hoy define un tipo de camión utilizado para mudanzas cuya particularidad es que lleva el interior acolchado. Y es ese acolchado, precisamente, lo que define ese tipo de tapizado con mucho relleno y remates de botones –forrados de la misma tela, por lo general–. Este acabado estuvo algo denostado puesto que evocaba a estilos deco algo historiados y anticuados pero hace unos años ha vuelto a ponerse de moda. Empezó tímidamente con la recuperación del clásico sofá chéster, uno de los hits de mueble retro revivido y con el remate de botones como seña de identidad... Pero ahora se deja de medias tintas y el capitoné llega para quedarse, al igual que terciopelos, pasamanerías y flecos. Y no solo triunfa en sofás o butacas sino que coloniza toda la casa y se mete hasta en tu cama. Toma nota, los cabeceros tapizados son un must y, con capitoné, más todavía.
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