Muchos de nuestros recuerdos de la infancia son de la escuela. Sean buenos o no, la mayoría de los niños y jóvenes pasan la mayor parte de sus días en las aulas o en las instalaciones educativas. Según IQAir, "cada año, los niños pasan más de 1.300 horas al interior de edificios escolares".
Pero a pesar de que el mundo ha cambiado enormemente en las últimas décadas, principalmente en lo que respecta a la difusión del conocimiento a través de internet, notamos que los proyectos educacionales siguen estando, de alguna manera, muy desactualizados. Como se señala en este artículo, lo ideal sería que la tipología de los espacios educativos y la configuración de las aulas se adaptaran a formas más contemporáneas de enseñanza y aprendizaje, no necesariamente en la organización habitual de pupitres alineados con un profesor al frente. Pero es importante que los análisis no se detengan ahí. Todas las superficies y materiales tienen una influencia importante tanto en el bienestar como en el aprendizaje de los usuarios del espacio.
El diseño de los espacios interiores es de vital importancia para la salud humana, una conclusión intuitiva que actualmente está respaldada por una creciente evidencia científica. Por ejemplo, una acústica deficiente puede afectar el proceso de adquisición de conocimientos, interfiriendo con la atención y obstaculizando la comunicación entre alumno y profesor. Otro factor primordial se relaciona con la calidad del aire interior. Según la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos), el aire interior con la calidad adecuada es un componente importante de un ambiente interior saludable y puede ayudar a las escuelas a lograr su objetivo principal de educar a los niños y niñas. El aire interior contaminado, que es mucho más común de lo que pensamos, puede desencadenar enfermedades respiratorias e incluso afectar la capacidad de una persona para realizar tareas que requieren concentración, cálculo y memoria. Según la misma fuente, casi 1 de cada 13 niños en edad escolar tiene asma, principal causa de absentismo escolar por enfermedades crónicas.
Por estas y muchas otras razones, a la hora de especificar los materiales para una nueva construcción o reforma de una escuela, es fundamental prestar atención a todas aquellas variables que contribuirán de forma significativa a la calidad de vida de los usuarios, cuyos cuerpos e intelectos se encuentran en formación. Varias investigaciones han demostrado que la resistencia y versatilidad de la madera la convierten en un material de construcción muy adecuado para escuelas y otros programas, ayudando a crear entornos seguros, saludables e inspiradores.
Una de las principales razones se da por algo muy difícil de medir. Aunque se acepta ampliamente que la elección del material tiene un impacto significativo en la calidad ambiental interior, la idea de que pueda ser igualmente importante por razones psicológicas no se ha probado hasta hace poco. Una investigación desarrollada por la Universidad de British Columbia y FPInnovations concluyó que la presencia visual de madera dentro de los edificios ayuda a reducir los niveles de estrés en los ocupantes. Esta síntesis de una serie de investigaciones globales resume la evidencia científica más reciente y las tendencias convergentes en el diseño biofílico. Esto hace que el uso de la madera sea beneficioso para entornos potencialmente caóticos, aunque algunas investigaciones adicionales indican que también existen otras ventajas.
Como un material de construcción renovable y versátil, la madera se puede utilizar a diferentes escalas y en una variedad de sistemas constructivos, incluidos marcos de madera, madera maciza, madera de ingeniería, así como en revestimientos externos e internos, principalmente a través de tableros.
Para empezar, la atenuación y la absorción del sonido de la madera entregan valiosos beneficios acústicos, haciendo aún más flexible su aplicación en una variedad de espacios, desde un gimnasio hasta una biblioteca. La naturaleza porosa de la madera realiza la función sin necesidad de otros dispositivos, mejorando la acústica.
El uso de productos de madera también puede mejorar la calidad del aire interior al moderar la humedad. Actuando como una esponja, la madera absorbe o libera humedad para mantener el equilibrio con el aire circundante. Esto tiene el efecto de aumentar la humedad cuando el aire está seco y disminuirla cuando el aire está húmedo. Otro tema importante es que la madera se considera hipoalergénica, y sus superficies lisas evitan la acumulación de partículas (común en acabados blandos como las alfombras) y son fáciles de limpiar.
Otro punto que puede ponderar positivamente la elección de la madera como material de construcción para escuelas es la reducción del tiempo de construcción. Esto es casi siempre una preocupación, especialmente con las renovaciones, que generalmente deben hacerse muy rápidamente durante los períodos de vacaciones para que el trabajo tenga el menor impacto en la vida cotidiana de los alumnos. Los sistemas prefabricados y livianos hacen que la obra sea totalmente seca, a menudo eliminando el uso de concreto y su alto tiempo de curado. Con la llegada de nuevos productos y sistemas de madera maciza, la madera también ha demostrado ventajas de resistencia frente a los sismos, el fuego y el viento.
Al igual que todos los materiales, las construcciones de madera requieren de un mantenimiento frecuente, de modo que puedan ofrecer una durabilidad a largo plazo. Esta durabilidad puede reducirse considerablemente si la madera se diseña y se detalla adecuadamente, evitando su exposición al agua y a los rayos ultravioleta directos. Una interesante encuesta realizada en distritos escolares de Columbia Británica, Canadá, reveló que el uso de la madera reduce el vandalismo en comparación con otros materiales, probablemente debido a su percepción como material natural de revestimiento.
Por ejemplo, en el proyecto de la escuela primaria Samuel Brighouse en Canadá, se abordó el nuevo edificio como una oportunidad para promover la sostenibilidad y utilizar la escuela como una herramienta de enseñanza. El equipo del proyecto buscó estrategias pasivas y activas, incluyendo ventilación natural, captura de luz natural, marcos de triple acristalamiento, energía geotérmica, calentamiento del agua a través del sol, materiales de compuestos orgánicos de baja volatilidad (COV), techos verdes, secuestro de carbono y materiales de bajo mantenimiento, entre otros. Se observó que el uso de la madera se ha convertido en un tema de discusión popular, por parte de estudiantes, empleados y la comunidad, que van más allá de las cualidades estéticas del material e incluyen la importancia de la silvicultura para la economía local y su rol en la mitigación del cambio climático.
Desarrollar soluciones que combinen el bienestar de los usuarios con un uso más inteligente y respetuoso de nuestros recursos naturales es fundamental para el futuro de la industria de la construcción. Las escuelas son tipologías que demandan soluciones económicas, robustas y duraderas, y la inclusión de sistemas y materiales ambientalmente sostenibles, como la madera, puede jugar un papel educativo importante para las generaciones futuras, generando cambios importantes en las comunidades.
Fuente: ArchDaily
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