La Roja es una pequeña vivienda de 87 m2 que se desarrolla en dos niveles y su forma nace a partir de un cubo macizo al que se le quitó material para generar una terraza de acceso en doble altura y las pendientes del techo.
Se inserta en un sector cordillerano en un contexto urbano, pero con un escaso desarrollo que más bien parece rural. Es una zona de poca densidad con parcelas que bordean los 5.000 m2 y por lo tanto las viviendas casi no se ven entre ellas.
Pese a que se construyó in situ, sus medidas nacen de la posibilidad de ser una casa prefabricada, así cada planta es, en este caso, la sumatoria de dos módulos de 840 x 350, de tal manera de poder transportar cada uno de sus 4 módulos en camiones con grúa y montarlos en el lugar. Del mismo modo, su configuración simétrica permite adosar más programas hacia los costados, indistintamente en la planta inferior o superior, unidos por el pasillo que está a un costado de la escalera.
El verde intenso del entorno sugirió un color complementario, y así activar la relación paisaje - obra mediante el contraste. De ahí la elección del rojo puro de sus fachadas, que, por cierto, es bastante común en las viviendas de los poblados vecinos.
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