La Posada del Mirador se encuentra muy cerca de la famosa Ermita de Barranco. Es una casona del siglo XIX que la familia Delucchi heredó y remodeló para inaugurarla en el año 1989. Sus muros cuentan innumerables historias sobre Barranco y la manera cómo se desarrollaba la ciudad de Lima en el siglo XIX.
En este proyecto de remodelación y cambio de concepto, se buscó crear un espacio para teatro y bar. El enfoque principal fue el stand up comedy / improvisación y para no interferir con el escenario, se creó un espacio de líneas simples, con acentos de mucho color.
Recibimos la obra muy deteriorada y nuestra primera pauta fue cambiar el color y darle mucha luz al ambiente. Para entonces, los muros eran de color violeta oscuro, la iluminación de focos ahorradores y el techo de color negro.
Se propuso crear un espacio de base neutra, por lo que se pintó toda el área de color negro, y luego, para crear un segundo plano, se dividieron los muros con listelos de madera al natural y sobre estos se colocaron paños corridos de espejo biselado. Al hacerlo, el espacio creció visualmente de una manera increíble. Recuperó iluminación natural y volumen.
El siguiente paso fue crear la barra y como en varios de mis proyectos de interior, la propuesta fue el reciclaje. El cliente contaba con un importante stock de adoquines de piedra que conservó desde la última remodelación, en el año 2012.
Con los espejos ya instalados, los reflejos del sol y el mar, ya formaban parte del entorno. Lo siguiente fue integrar una suerte de síntesis del acantilado en nuestra barra.
Se creó una estructura que fue enchapada irregularmente con los adoquines de piedra. La zona que no fue cubierta se pintó a mano con empaste, yeso, tinta china y pintura acrílica, creando la base de la textura del cielo de Lima. Este fue un proceso muy especial.
Hacia el lado Este de la barra, se creó una extensión de madera a modo de tablero, pieza recuperada de las antiguas estructuras de la casa, que fue sostenida por un pilar de bloques de la misma piedra. Todo este volumen se complementó con una barra alternativa en la parte posterior, formada por cajas caladas de polietileno de colores que llevan como tablero dos más de estas maderas recuperadas de pino Oregón.
Para continuar con el concepto, el siguiente paso fue armar una estructura que formara las repisas de la barra y que, a su vez, avanzara en paralelo al acantilado, como una enredadera, y termine desapareciendo sutilmente en el muro opuesto. Esta estructura se formó con antiguas cajas de madera que se habían utilizado en el restaurante para trasladar insumos.
Los bancos, de la misma manera, fueron intervenidos y trabajados sobre madera recuperada, formando unos sólidos elegantes, que representan a las antiguas casonas barranquinas.
Todo el mobiliario del proyecto fue desarrollado con madera recuperada, fierro y vidrio pintado a mano. Las mesas centrales están ordenadas de manera descendente hacia el escenario, a diferencia de las laterales que llevan, todas, altura de mobiliario de barra.
El COLOR
En todos mis proyectos de interiores, siempre encontrarán una pieza de vidrio pintada, es la forma de personalizar mis diseños.
Las mesas principales fueron las piezas escogidas para llevar este sello. El objetivo en La Posada del Mirador fue crear piezas que expresen el teatro, con referentes de fácil lectura y mucho color. Por eso se intervinieron las seis mesas centrales, que hablan por sí mismas, de la creatividad, el arte y la puesta en escena. Todas fueron trabajadas con técnica mixta, mayormente acuarela texturada con aplicaciones, siendo así, piezas de arte únicas.
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