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¿Es hora de pensar en edificios industriales de madera?

Arquitectura

¿Es hora de pensar en edificios industriales de madera?

Publicado hace 3 años

Posiblemente, los edificios industriales sean los que mejor ejemplifiquen la famosa frase de Louis Sullivan: la forma sigue a la función.

Generalmente son edificios funcionales, eficientes, rápidos de construir y sin ornamentos. Por eso, al estudiar el patrimonio industrial de las ciudades y países, somos capaces de comprender los materiales, tecnologías y tradiciones constructivas locales de cada época, además de recordar el pasado de la industria. Rápidamente rememoramos las fábricas de ladrillos rojos en Inglaterra, así como los tragaluces utilizados para proporcionar luz natural a las fábricas y muchas otras soluciones típicas. Las estructuras metálicas y prefabricadas de hormigón son actualmente las más utilizadas debido a la combinación de eficiencia constructiva, costo y posibilidad de crear grandes vanos. Generalmente, estos galpones industriales también se caracterizan por ser extremadamente fríos e impersonales, además de tener una huella de carbono considerable. Pero la experiencia de Canadá en los últimos años es notable. En este país, los edificios de madera para programas industriales son cada vez más aceptados.

En los últimos 25 años, la industria del diseño y la construcción en madera ha experimentado grandes cambios con la introducción de máquinas robotizadas CAD y CNC, entregando a este material natural la posibilidad real de abarcar diversos tipos de proyectos. La durabilidad de la madera puede superar los 100 años si se toman las debidas precauciones en sus especificaciones y construcción, ofreciendo una flexibilidad casi infinita. Desde estructuras tradicionales de vigas, pilares y marcos de madera hasta productos de madera de ingeniería, como Glulam y CLT, existen opciones para satisfacer todas las necesidades, incluso mediante combinaciones con otros materiales, como acero y hormigón.

Los ejemplos de edificios altos de madera ya son comunes, así como también los edificios públicos e incluso las escuelas. Pero asociar la madera con grandes plantas industriales es algo que todavía sorprende a la mayoría de la gente.

Al diseñar una fábrica, todas las decisiones estarán muy influenciadas por los procesos de producción que se realizarán en el espacio. ¿Qué área y qué dimensiones se necesitan? ¿Cuál es el proceso desde la materia prima hasta el producto final? ¿Cuántas personas van a trabajar allí? ¿Qué tipo de máquinas albergará el edificio? ¿Cuál es la altura mínima del techo? ¿Es esencial contar con una planta completamente abierta o se pueden tolerar los pilares internos? Aunque el beneficio obvio de una planta libre está relacionado con los flujos sin obstáculos dentro del edificio y una mayor flexibilidad en términos de diseño, al incluir columnas internas en el espacio, los costos de construcción se reducen significativamente.

Con columnas intermedias o no, los edificios industriales generalmente necesitan luces considerables. Las tres formas más habituales de conseguir grandes espacios abiertos con madera son a través de vigas, cerchas o arcos. Las vigas generalmente brindan la solución más económica para áreas con vanos más cortos y cargas verticales reducidas (en Canadá, por ejemplo, una carga vertical típica corresponde a la cantidad de nieve, lo que impone una carga considerable sobre los techos). Para vanos más largos y cargas verticales más elevadas, el uso de vigas tradicionales no es factible debido al alto costo del material y las dificultades de manipulación y transporte. El uso de cerchas de madera laminada encolada puede ser la salida más eficaz, en la que las piezas diagonales de madera soportan tensiones de compresión y las varillas de acero verticales soportan cargas de tracción. Los arcos, a su vez, dan como resultado cubiertas curvas, proporcionando mayor espacio interior sin extenderse a los muros del perímetro. La curvatura y los tirantes de acero incrementan el costo de este sistema, pero los arcos efectivos pueden brindar soluciones muy económicas y elegantes, alcanzando grandes luces.

La fabricación de piezas al interior de las fábricas y el montaje relativamente rápido de las estructuras de madera son dos factores diferenciadores para zonas con inviernos severos. Estas condiciones habitualmente pueden hacer inviable la construcción de estructuras tradicionales de hormigón durante varios meses del año. En el contexto del oeste de Canadá, la madera ha sido identificada como una opción económica para la construcción de edificios industriales. Producidas en fábrica con altos estándares de control de calidad, las estructuras tienen un atractivo acabado, además de excelentes características funcionales. Otras razones que justifican el uso de la madera son el aprovechamiento de los recursos locales, la eficiencia energética, la estética del producto final y la flexibilidad del espacio. Este informe destaca las principales razones para elegir la madera como material para este contexto específico.

El ejemplo del oeste de Canadá nos muestra que la madera puede, de hecho, ser el material del futuro. A través de la gestión sostenible de los bosques, la madera puede mantenerse como un recurso renovable y carbono negativo, un factor que cada día más personas consideran como esencial. Los edificios industriales son ejemplos de estructuras en las que la economía y la utilidad han sido los principales factores en el proyecto. Al considerar, además de un análisis riguroso de los costos de construcción, aspectos como el uso de materiales locales, la huella de carbono, la calidad de los espacios internos y la imagen de la compañía, la madera puede resultar altamente atractiva para los más diversos usos.

Fuente: ArchDaily

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