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Errores comunes que debes evitar con las repisas en casa

Interiorismo

Errores comunes que debes evitar con las repisas en casa

Publicado hace 2 años

Tus repisas deben ser un elemento decorativo y funcional, no un problema que juegue en contra de la decoración de tu hogar.

Las repisas son un recurso perfecto para darle vida a cualquier pared. Además de crear un espacio extra que sirve como superficie en habitaciones pequeñas donde no cabe un mueble o bien, el espacio inferior está ocupado, se trata de una solución sencilla que no requiere de un gasto exorbitante o dificultades técnicas para su instalación.

No obstante, existen algunos principios básicos que debes seguir al momento de instalar una repisa para evitar caer en errores que resten espacio, utilidad o contrasten con la decoración de tu hogar:

No utilizar un nivel para la instalación
El error más común al instalar una repisa en casa es hacerlo tanteando el equilibrio entre ambos lados de la repisa respecto a la pared sin tomar medidas previas. En la mayoría de estos casos, el resultado es una superficie chueca que salta a la vista y tiene un aspecto improvisado.

Para evitarlo, utiliza siempre un nivel al momento de marcar los orificios que perforarás en la pared y vuelve a usarlo cuando comiences a apretar los tornillos. Para una colocación perfecta, en lugar de apretar uno a uno cada tornillo conforme levantas los ejes de la repisa, aprieta suavemente todos colocándola como si ya estuviera lista y ahora sí, aprieta los tornillos lo más que puedas.

Instalarla a un nivel muy alto (o bajo)
Aunque las repisas también tienen una función decorativa, su razón de ser obedece a su utilidad y por lo tanto, colocar una repisa a un nivel muy bajo o muy alto puede resultar contraproducente.

Una repisa debe estar por encima de tus ojos y no ubicarse más allá de la altura que alcanza tu brazo extendido. De otra forma, una altura menor puede ser peligrosa y no ayuda a crear más espacio, sino todo lo contrario, mientras que una repisa inalcanzable será un dolor de cabeza cada que necesites tomar algo de ella. Si tu cocina es muy pequeña, puedes hacer una excepción y tener un banco del cual apoyarte para alcanzar la repisa más alta, en la que deberías colocar los utensilios que utilizas con menor frecuencia.

Colocar los utensilios de cocina de todos los días en ella
Al estar expuestos a la intemperie, los platos, vasos y toda clase de utensilios de cocina que coloques en una repisa inevitablemente se llenarán de polvo con el paso del tiempo, de ahí que esta no sea la mejor solución para su almacenamiento.

Es mejor guardar los trastes que usas a diario en la alacena y en su lugar, reservar los espacios en las repisas para utensilios que casi no utilizas, que resultan muy estorbosos o que pueden cumplir con una función decorativa, como jarras o teteras.


Colocar objetos que deben colgarse
Los espejos de pared, cuadros y otros soportes que están hechos para ser colgados en la pared jamás deben aparecer en una repisa, ni encima de ella. Colocarlos sobre una no sólo les resta visibilidad y evita que luzcan en tu hogar, también provocará un efecto visual de saturación en ese espacio.

Sobrecargarla de peso
Una repisa puede ser el hogar ideal para tu colección de plantas y macetas, libros, discos, artesanías y pequeñas figuras decorativas, pero antes debes cerciorarte de que el material que estás utilizando es capaz de resistir al peso de los objetos que colocarás encima.

Para evitar sobrecargar tu repisa y terminar con una pared agujereada y tus preciados objetos en el suelo, antes de comprar o darle forma a tu repisa, calcula el peso que deberá soportar según su uso y presta atención al material de la tabla, la medida de los tornillos y el peso máximo que pueden cargar.

Fuente: AD

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