Los arquitectos no hacen edificios. Los arquitectos hacen planos y modelos de edificios. Pero, por supuesto, alguien tiene que llevarlos a la realidad.
La industria de la construcción es uno de los sectores económicos más grandes y todos interactuamos cotidianamente con el entorno construido, pero el trabajo de llevar un proyecto desde el dibujo a la vida real apenas ha evolucionado a lo largo de las décadas. Si bien el resto del mundo se ha mudado a la Industria 4.0, el sector de la construcción no ha seguido el mismo ritmo. La arquitectura, sin embargo, ha comenzado a adoptar algo de la digitalización. Después de todo, son muy pocos los que siguen trabajando con papel diamante sobre mesas de dibujo. Entonces, considerando el vínculo eterno entre la arquitectura y la industria de la construcción, ¿aprenderá este último algunos nuevos trucos tecnológicos por asociación? Y cuando lo haga, ¿cómo cambiará eso el rol del arquitecto?
Habitualmente, los grandes proyectos de construcción pueden tomar un 20% más de tiempo de lo programado y cuando finalizan, hasta un 80% de ellos termina por sobre el presupuesto. La construcción es una de las industrias con menor margen de beneficio en la economía actual. En los últimos 75 años, la productividad ha aumentado hasta un 1.500% en los campos de la manufactura, las ventas minoristas y la agricultura. Durante ese mismo período, la productividad en la construcción se mantuvo casi igual. El campo emergente de la tecnología de la construcción –también llamado ConTech– tiene como objetivo cambiar eso y llevar la construcción al siglo XXI.
El trabajo remoto comenzó en las industrias tecnológicas, pero incluso antes de la pandemia mundial, el trabajo a distancia ya había crecido en un 400% a lo largo de los años. Hoy, todos tenemos aún más incentivos para trabajar tan digitalmente como podamos. Uno de los avances tecnológicos más conocidos en el mundo de la arquitectura y la construcción es BIM, Building Information Modeling. Las capacidades de colaboración remota de BIM son un gran comienzo para reducir el trabajo en el sitio, pero BIM va mucho más allá de un modelo colaborativo de Revit. BIM puede ayudar a los gerentes de proyecto a tomar mejores decisiones en cada etapa de la construcción, incluso aumentando la salud y la seguridad en el lugar de trabajo.
Al usar BIM para ingresar y analizar todos los datos relevantes de un proyecto, incluidos documentos, información reglamentaria y manuales de construcción, el equipo del proyecto puede identificar con anticipación los riesgos críticos de seguridad en un sitio de construcción. Aunque el trabajo en obra comprende solo el 10% de la fuerza laboral, es responsable de hasta el 40% de las muertes en el lugar de trabajo, incluso en países industrializados.
Usando técnicas como la visualización, la simulación y la creación de prototipos virtuales, BIM permite a los arquitectos previsualizar una serie de escenarios potenciales incluso antes de que comience el proceso de construcción, con el objetivo de prever cualquier peligro potencial para sus participantes. Otras herramientas BIM, como la verificación del cumplimiento, la planificación de escenarios, las herramientas de prefabricación y la detección de conflictos, minimizan los riesgos diarios en el sitio de construcción. BIM también se puede utilizar para la preparación y planificación de emergencias, así como para el análisis de accidentes en caso de que ocurran. En un estudio sobre el uso de la tecnología BIM en la industria de la construcción, el 37% de los propietarios y contratistas informaron una reducción de más del 5% en los incidentes reportables.
Más allá de BIM, y en conjunto con BIM, otras tecnologías no desarrolladas específicamente para la industria de la construcción también pueden aplicarse a la construcción, como la Realidad Aumentada (AR), la Realidad Virtual (VR), la Inteligencia Artificial (AI) e incluso blockchain, acercando a la realidad la "construcción remota". La Realidad Virtual y la Realidad Aumentada pueden eliminar la necesidad de que los arquitectos y propietarios realicen visitas frecuentes al sitio, así como agilizar el proceso de construcción en sí mismo. Tanto AR como VR pueden ayudar a realizar "visitas virtuales al sitio", ahorrando tiempo y dinero.
Cuando las capacidades de la Realidad Aumentada se combinan con una cámara 3D en el sitio, los miembros externos del equipo pueden transmitir videos en 360 grados y resolver problemas en tiempo real, incluyendo incluso imágenes aéreas con el uso de drones. Los trabajadores en el sitio pueden usar AR para enviar notas de campo, videos y otros datos a colegas remotos, promoviendo una rápida colaboración digital.
El análisis realizado por computadora en un sitio de trabajo puede incluso identificar posibles factores de riesgo de seguridad, presentando el beneficio adicional de minimizar cualquier demora en el manejo de la emergencia. AR/VR, combinado con BIM, pueden permitir a los inspectores identificar de manera más eficiente cualquier peligro restante en el lugar de trabajo. AR también podría utilizarse en el campo para la capacitación laboral, por ejemplo, enseñando a utilizar maquinarias o herramientas específicas. Incluso, podría permitir a los contratistas "ver a través de las paredes" mientras trabajan, simplificando la coordinación entre múltiples actores.
Blockchain, que a primera vista tiene poco que ver con la industria de la construcción, de hecho podría eliminar el papeleo y aumentar la seguridad durante la finalización de un proyecto. La definición simple de blockchain es un libro público incorruptible y descentralizado para almacenar información digital, lo que podría empujar al sector de la construcción a la Industria 4.0. El proceso de llevar un proyecto desde el diseño hasta la construcción implica una gran cantidad de documentos y papeleo. Los gerentes de proyecto podrían integrar BIM con tecnologías blockchain para automatizar y optimizar muchos de estos procesos, reduciendo al mismo tiempo el uso de papel y obteniendo así una bonificación sostenible. Por ejemplo, los "contratos inteligentes" podrían permitir un intercambio transparente entre las partes sin la necesidad de un abogado o un notario, simplificando y acortando el proceso.
Para aumentar la seguridad en el sitio de trabajo, la tecnología blockchain podría usarse para rastrear a todos los trabajadores en el sitio cada día a través de un escaneo de tarjetas de identificación, integrándose automáticamente con su sistema de nómina y creando un registro seguro de quién estaba en el sitio y cuándo. Las medidas de sostenibilidad, como el análisis del ciclo de vida de los materiales de construcción, también podrían automatizarse, creando un tipo de "pasaporte" para cada material, rastreando información como la producción ética y el carbono incorporado. Cada una de estas posibilidades permite simplificar las tareas de los arquitectos y gerentes de proyectos, eliminando trabajos demasiado específicos y permitiendo que el equipo se centre en el panorama general.
Incluso la Inteligencia Artificial (AI) se ha sugerido como una posible forma de aumentar la eficiencia en los campos de arquitectura y construcción. Especialmente en campos creativos como la arquitectura, a menudo se debate sobre las capacidades reales de la AI y si realmente podría (o debería) reemplazar el trabajo humano. En este caso, el objetivo sería simplemente automatizar aquellas partes de la arquitectura que no requieren un "toque creativo". La Inteligencia Artificial podría recopilar información del sitio de construcción, por ejemplo, como datos de temperatura y clima, o podría realizar un seguimiento automático de las clasificaciones de los materiales. Incluso, los sistemas como la iluminación inteligente o la gestión inteligente de aguas pluviales podrían integrarse desde el comienzo del diseño, simplificando significativamente los esfuerzos de coordinación.
Fuente: ArchDaily
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