Arquitectura

Cuatro proyectos que son un homenaje a la arquitectura en la naturaleza

La arquitectura en la naturaleza representa el futuro, y Snøhetta se dedica a la creación de proyectos que fusionan el arte y la tecnología al poner la naturaleza en el corazón de sus diseños. Llevando el nombre de la montaña más alta del parque nacional Dovrefjell-Sunndalsfjella, Snøhetta opera como una agencia de arquitectura, paisajismo y diseño de interiores con un enfoque profundo en la armonía con el entorno natural.

Además de su renombrado trabajo en diseño gráfico y productos, Snøhetta es una práctica altamente multidisciplinaria que se arraiga en la necesidad de conectar con el medio ambiente y la naturaleza que rodea sus proyectos. Desde su establecimiento en 1989, Snøhetta ha captado la atención con una arquitectura monumental y audaz, pero también se compromete con proyectos de menor escala. Sus diseños de mobiliario urbano, colmenas y espacios públicos se caracterizan por su respeto hacia la naturaleza y el entorno en el que se desarrollan.

Una casa para morir Oslo, Noruega (2011-2018)

Este proyecto, que comenzó en 2011 por iniciativa del artista Bjarne Melgaard, pretendía construir lo que él llama su ‘hogar definitivo’, en una mezcla de instalación artística y residencia. Con la ambición de erigirla en el antiguo emplazamiento de la villa Kikkut, cerca de los estudios de Edvard Munch, la casa pretende tomar las esculturas de Melgaard y utilizarlas como piezas funcionales de arquitectura. Además, el roble está acabado con la técnica de la madera quemada, de modo que la casa se erosiona y revela una nueva cara con el paso de las estaciones.

Centro Rey Abdelaziz para el Conocimiento y la Cultura (Ithra) Dhahran, Arabia Saudí –(2018)

Compuesto a imagen de 4 piedras apiladas que alcanzan una altura de 110 metros, el aspecto del edificio ofrece una reflexión sobre la interdependencia entre pasado, presente y futuro. Este inmenso edificio cultural de 80 mil m² alberga un museo, un auditorio, un cine, una biblioteca y archivos. Estas múltiples artes y cronologías se mezclan en torno a esta piedra angular, simbolizando la importancia de aprender de la historia para construir el futuro.

Al mismo tiempo, también representa el esfuerzo conjunto como base de los logros artísticos y culturales. Para lograr esta asombrosa forma, la estructura se compone de tubos de acero curvados, lo que le permite adoptar este aspecto orgánico. Esta mezcla perfecta de acero, roca y adobe es un verdadero símbolo arquitectónico, que utiliza la técnica como elemento meditativo.

Museo Petter Dass - Sandnessjøen, Noruega (2007)

Petter Dass es uno de los poetas noruegos más influyentes y una leyenda por derecho propio. Para homenajear a esta figura cultural e histórica, en 2005 se inició la renovación del antiguo museo en el mismo emplazamiento que el anterior. Para dar cabida a toda una serie de nuevos servicios en este escarpado emplazamiento, los arquitectos decidieron remodelar el terreno sin chocar con él. Se cortó una parte de la colina para construir el edificio. Su tejado, a la misma altura que la colina, sigue sus contornos y se sitúa en el centro de este capullo natural, a medio camino entre la iglesia y la costa. Como el artista también trabajó como sacerdote para la iglesia de Alstahaug, el museo tiende un puente entre la tierra y el cielo, el pasado y el presente, proporcionando un escenario simbólico para la escritura sinestésica del autor.

Powerhouse Brattørkaia - Trondheim, Noruega (2019)

En un momento en que la huella de carbono causada por el sector de la construcción está en el punto de mira, Snøhetta propone su modelo de edificio ecorresponsable, en sintonía con su entorno. La forma del edificio es una ingeniosa combinación de espacio confortable y consumo energético reducido. Es más, el propio edificio produce su propia energía, creando más del doble de la que consume cada día.

Gracias a sus 3 mil m² de paneles solares estratégicamente colocados en un tejado inclinado orientado al sol, su ubicación frente al mar duplica el panorama con el uso de agua para refrigerar el edificio y la eficaz circulación del aire hacen que Powerhouse Brattørkaia ahorre gran parte de su energía. El excedente, que almacena, se comparte con otros edificios vecinos y con el sistema de transporte público que discurre junto a él