En el corazón de Milán, en un edificio de los años 30 con elementos arquitectónicos de gran valor, se llevó a cabo un proyecto de diseño y renovación para un apartamento destinado a una joven pareja.
Enfoque conceptual
El diseño combinó un enfoque conservador con una visión innovadora. Se mantuvieron y destacaron elementos originales como los altos techos con molduras de yeso, los suelos de madera característicos de las históricas casas milanesas y los marcos de madera de puertas y ventanas. Estos elementos fueron integrados en el proyecto mediante el uso estratégico del color y un diseño de mobiliario cuidadosamente definido.
El protagonismo del techo como quinta pared
Uno de los aspectos más destacados fue el tratamiento del techo como una "quinta pared". Este enfoque invierte el esquema tradicional de techos blancos y paredes coloreadas, dando al techo un papel central en la estética del espacio. Inspirado en los grandes salones del pasado, donde los techos decorados eran elementos protagónicos, esta decisión busca reinterpretar y actualizar este concepto.
El color como herramienta de diseño
El uso del color en el techo se convirtió en un recurso clave para transformar la percepción del espacio. Tonalidades claras fueron empleadas para amplificar la luz y crear sensación de amplitud, mientras que tonalidades oscuras generaron profundidad y efectos de sombra que enriquecieron la atmósfera.
Un espacio para el arte
Las paredes, mantenidas en blanco, actúan como un lienzo que destaca obras de arte, esculturas y estampas, reflejando el interés de los propietarios por la colección artística.
Este proyecto se configura como una reinterpretación contemporánea de los elementos arquitectónicos clásicos, logrando un equilibrio entre el respeto por el contexto histórico y una visión de diseño innovadora y funcional.
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