Ubicada en el exclusivo condominio residencial de Iporanga en Guarujá, la Casa VJC emerge como un refugio idílico entre la exuberante Mata Atlántica. Diseñada por el renombrado arquitecto brasileño David Bastos, el proyecto ha sido un viaje de ocho años desde su concepción hasta su realización, integrando armoniosamente la casa con el entorno natural de pronunciada pendiente.
El diseño innovador distribuye el espacio en cinco niveles, desafiando la disposición tradicional al ubicar el ala íntima en los niveles inferiores, rodeada por la vegetación para mayor tranquilidad, mientras que el área social se eleva para capturar vistas panorámicas del paisaje costero a través de generosas aberturas.
Marina Salles lideró el proceso de decoración interior, creando un ambiente que invita a la inmersión total en la naturaleza circundante. Utilizando una paleta de materiales naturales que van desde maderas hasta cerámicas locales, el diseño refleja la calidez y la ligereza propias de una auténtica casa de playa, resistente a las condiciones costeras.
Los espacios están diseñados para el ocio y la relajación, con áreas como el último piso que integra salas de estar, comedor y cocina, conectadas fluidamente con balcones, soláriums y piscina. El mobiliario combina piezas originales de la familia con diseño contemporáneo brasileño, creando una atmósfera de comodidad y sofisticación.
En definitiva, Casa VJC Iporanga es más que una residencia: es un tributo al entorno natural y a la vida costera, donde cada detalle está cuidadosamente diseñado para fomentar la conexión con el paisaje y ofrecer momentos de paz y bienestar a sus residentes y visitantes.
Fotografías: Fran Parente
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