En el diseño contemporáneo, los materiales han adquirido un rol protagónico, no solo por su funcionalidad, sino por la capacidad de transmitir identidad y emoción. La búsqueda de piezas únicas, personalizadas y con carácter ha impulsado el uso de nuevas técnicas y combinaciones que transforman la manera de habitar los espacios.
Bajo esta mirada surge Masina, una marca peruana de diseño fundada por la arquitecta Andrea Velásquez, que explora la fusión entre la resina epóxica y maderas locales para crear mobiliario y objetos decorativos de alto valor estético. Su propuesta se basa en resaltar la esencia de cada material, dando como resultado piezas irrepetibles que combinan arte, diseño y funcionalidad.
La resina epóxica destaca por su gran versatilidad frente a otros materiales tradicionales. En su estado líquido puede moldearse o utilizarse como revestimiento, y una vez sólida permite ser trabajada para lograr distintos acabados, pigmentaciones y efectos visuales. Esta flexibilidad técnica permite a Masina desarrollar proyectos a medida, adaptados a diferentes estilos y necesidades.
Entre las tendencias actuales que la marca incorpora, destaca la revalorización de maderas con imperfecciones naturales. Grietas, nudos y cavidades se integran al diseño mediante la resina, convirtiéndose en el eje estético de mesas, encimeras, consolas y piezas con bordes naturales. De este modo, la madera recupera protagonismo y adquiere una nueva lectura contemporánea.
Cada pieza de Masina es concebida como un objeto con identidad propia. A través de un proceso artesanal y responsable, la marca apuesta por la durabilidad, la calidad y la personalización, ofreciendo piezas que trascienden lo decorativo para convertirse en elementos con historia, pensados para acompañar los espacios a lo largo del tiempo.
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