En Lima, es común encontrar casas caracterizadas por un exceso de concreto y formas excesivamente rectangulares, a veces careciendo de singularidad. Esto dificulta enormemente transformar una casa en un verdadero hogar.
En este proyecto el estudio logró superar este desafío al introducir elementos como muebles fijos y estanterías, que proporcionan una escala más humana. Además, incorporaron elementos con formas orgánicas, como mesas de madera, elementos de piedra y una abundancia de vegetación. Gracias a una paleta de colores bien definida, se convirtió esta sala en una fascinante fusión de lujo ecléctico y calidez acogedora.
Fotografía: Juan Zevallos
 
								 
								
 
                     
                     
                     
                     
                     
								 
								 
								 
                             
                             
                             
                             
                     
                     
                     
                     
                    



 
															 
								 
								 
															 
								 
								