Además de tener una textura peculiar, da unas flores increíbles que te van a enamorar.
Ya conoces las ventajas de las suculentas, ¿cierto? Son fabulosas por ser simples de cuidar, dan energía al ambiente, tienen un hermoso color verde que te hace reconectar con la naturaleza y tienen múltiples variantes para las necesidades de cada persona. Las suculentas son perfectas.
Pero, entre tantas especies de suculentas, sobresale una que gracias a su textura, su forma y las flores que da, se ha convertido en una de nuestras favoritas y no queremos que pierdas la oportunidad de conocerla: la planta de hielo.
La planta de hielo: ternura y belleza
Esta suculenta es conocida por lucir tierna y suave al tacto y es que posee hojas un tanto redondeadas de un tono verde intenso, pero con algunos destellos blancos que son pequeñas y sutiles espinas que, lejos de lastimar o de provocar un enredo entre sí, brindan una textura uniforme y muy agradable. Además, en primavera y verano, ésta da unas flores pequeñas y de tonos cálidos que, sin duda, te van a enamorar.
El nombre real de la planta de hielo es delosperma y a su vez, deriva en otras especies, pero todas son muy similares. Ésta proviene de África, por lo que el clima cálido es completamente lo suyo. Las hojas de esta suculenta son carnosas y combinando con la suavidad de las espinas, brinda la sensación tan linda al tocarlas.
A pesar de que el clima cálido es lo mejor para la delosperma, llega a soportar temperaturas de -18ºC debido a que crecen y se estiran hasta 40 cm, generando calor entre sí. Su flores no son grandes, miden 5 cm por mucho, pero viven por bastante tiempo gracias a la temperatura propia de la planta de hielo.
Por cierto, le llamamos planta de hielo a esta suculenta por la apariencia que sus espinas brindan. Parece que una capa sutil de nieve ha cubierto sus hojas y que al tocarla dejarás la rastro de tu dedo sobre ellas, parece que sentirás la frescura, incluso se humedecerá tu piel.
Cómo cuidar la planta de hielo
Al ser una suculenta, los cuidados son realmente muy simples y similares a otras plantas de su familia como los cáctus; no obstante, si quieres mantener la textura delicada de tu delosperma, la imagen fresca y la belleza, estos cuidados particulares son mucho más efectivos.
La iluminación es importante, así que debes tenerla cerca de una fuente de luz muy amplia, como un balcón, una terraza o bien, una ventana, pero si es nueva en casa, no la expongas enseguida; primero hazlo por algunas horas y cuando el sol no esté en us máximo esplendor. Conforme veas que se adapta, exponla por más horas hasta que ya no la quites de dicha área. Si cultivas tu propia planta de hielo desde el nacimiento (ya sea en reproducción por hoja o por semilla) puedes acoplarla aun ambiente más fresco, sin llegar al frío.
En cuanto al riego de tu planta de hielo debe ser abundante, pero no en exceso, al igual que otras suculentas, sólo ponle agua cuando el sustrato o la tierra esté completamente seca y así verás el verde intensificarse. Si notas que se pone amarillento o grisáceo, tal vez requiera más agua, en especial cuando las flores comiencen a asomarse.
¿Cuándo florece la planta de hielo?
La planta de hielo dará sus flores desde mediados de primavera hasta inicios de otoño y son similares a las margaritas. Sin embargo, las que esta esa suculenta ve nacer son principalmente rosas fiucsa, del tono de las bugambilias. No obstante, algunas son amarillas y crecen lo suficiente como para cubrir las delicadas hojas de tu delosperma.
