El estudio local KOKO Architecture + Design ha dado vida a un rincón lúdico e interactivo para niños en el prestigioso Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Este espacio, que ocupa el antiguo 81st Street Studio del museo, previamente utilizado como biblioteca, alberga una amplia gama de estaciones de juego tanto analógicas como digitales, destinadas a niños de tres a once años, con el objetivo de fomentar su creatividad y espíritu explorador.
El director general y consejero delegado del Met, Max Hollein, expresó: “A diferencia de muchas de nuestras galerías, aquí queremos que los niños toquen todo”.
Los visionarios detrás de KOKO Architecture + Design, Adam Weintraub y Mishi Hosono, han integrado elementos de la vasta colección del Met de manera directa e indirecta en este espacio único.
Los diseñadores dividieron el área de 325 metros cuadrados (3,500 pies cuadrados) en dos niveles diferenciados, conectados por una escalera, un “pasaje material”, una colina cubierta de hierba artificial y una variada colección de instrumentos musicales, desarrollados en colaboración con Yamaha, que se encuentran en la entrada.
El pasaje material, que serpentea a lo largo de una rampa, cuenta con columnas revestidas de madera y texturas que los jóvenes visitantes pueden tocar y oler. Un panel de celosía de madera fue rescatado directamente del museo, después de que se les informara a los diseñadores que iba a ser desechado. Otra textura de celosía de madera es una réplica de un biombo de la colección islámica del museo.
Junto al pasaje de material, una colorida escalera ondulada conduce al nivel superior, que incluye áreas de descanso, rincones de lectura, estaciones de creación artística y una emocionante exhibición digital interactiva. Una gran proyección de ramas de árbol cubre esta zona, y al igual que el resto de la iluminación integrada en el espacio, cambia de color según la ocasión.
Colaborando con la empresa de diseño de experiencias Bluecadet, Weintraub y Hosono han incorporado elementos digitales al espacio, como pequeñas pantallas circulares incrustadas en los armarios y una iluminación arqueada que destaca sobre los espacios de lectura
