Wood Up, el primer rascacielos de madera habitable de Europa, se ha levantado en París, alcanzando los 50 metros de altura y estableciendo un nuevo estándar en arquitectura sostenible en la ciudad. Este innovador edificio residencial, diseñado por el estudio de arquitectura LAN, es una de las primeras torres verticales en el continente europeo que emplea una estructura de madera, un material que impone grandes retos técnicos debido a sus características biológicas. Aunque su altura es modesta comparada con otros rascacielos de materiales convencionales, representa un hito para la construcción en madera, un ámbito que se ha expandido en todo el mundo en los últimos años.
Ubicado en el distrito de Massena-Bruneseau, al sur de París, Wood Up forma parte del proyecto urbanístico París Rive Gauche, que busca revitalizar el sector oriental del distrito 13 y conectar mejor la capital francesa con sus suburbios. La torre se erige sobre infraestructuras viarias, dotando a esta zona de una nueva dimensión vertical y mejorando su integración con el entorno urbano circundante.
La torre, de 17 plantas, cuenta con un zócalo comercial, 132 viviendas de diferentes tamaños y áreas comunes, todas unidas por un paseo exterior. En línea con las tendencias de diseño contemporáneo, el edificio combina espacios privados y comunitarios, proporcionando áreas de convivencia que responden a las necesidades de los residentes de hoy en día en términos de luz natural, comodidad, flexibilidad y conexión social. Entre sus atractivos destacan una amplia terraza con vistas a París, un jardín en la azotea y un vestíbulo diseñado para ofrecer un ambiente acogedor.
El uso de madera de origen local refuerza el enfoque ecológico del proyecto. Los postes interiores son de haya, las vigas de abeto, y el revestimiento exterior de abeto Douglas, todo de origen francés. Además, parte de la madera proviene de Normandía y fue transportada a través del Sena, minimizando el impacto ambiental del traslado. La construcción en madera reduce el impacto de carbono en un 60% respecto a un edificio de hormigón, y la iniciativa incluye la replantación de 14,000 árboles.
Wood Up refleja la creciente tendencia hacia el uso de madera en la construcción de grandes proyectos arquitectónicos, promoviendo un cambio de paradigma en el sector y animando a los arquitectos a explorar los límites de este material. En otras partes del mundo, proyectos similares están redefiniendo el concepto de rascacielos. La torre de madera más alta hasta ahora es la Mjøstårnet en Noruega, con 83 metros, aunque nuevas edificaciones en Australia y Estados Unidos ya proyectan alturas superiores, destacando el potencial de la madera en la construcción de edificios cada vez más altos y sostenibles.
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