Si eres un amante de las plantas seguramente conoces muy bien a las plantas trepadoras, pero ¿sabías que puede ser riesgoso tenerlas dentro de tu hogar?
Las plantas trepadoras y las enredaderas son conocidas por su versatilidad para transformar espacios y su increíble capacidad de ocultar muros y mallas por completo, pero en realidad podrían no ser la mejor opción si tienes pensado colocarlas en un espacio interior.
Más allá de las ventajas para la temperatura y estética de tu hogar, las plantas trepadoras también pueden tener una serie de inconvenientes que podrían poner en riesgo la estructura y el bienestar de tu casa. Te contamos más al respecto.
Daños a la pintura
Sin importar si tu planta trepadora está dentro o fuera de tu casa o si ha comenzado a escalar sobre una pared pintada debes tomar en cuenta que probablemente la planta dañará la pintura gracias a la humedad. Por lo que debes tener en cuenta que si tu casa está pintada, al retirar una planta trepadora esta pintura se dañará y será necesario pintarla utilizando una pintura antihumedad para recuperar su aspecto original.
Cambios de temperatura
Tradicionalmente, el uso de las plantas trepadoras en los muros y paredes de las casas, ha tenido otro motivo además del estético y es que la densidad de sus hojas, raíces aéreas y tallos leñosos, ayudan a frenar la transmisión de calor hacia el muro y viceversa. Lo que hace que las habitaciones se mantengan frías en verano y cálidas en invierno. Aunque esta propiedad en las plantas es uno de sus mayores beneficios también puede ser uno de los riesgos, pues en ocasiones la densidad en sus hojas puede desvanecer debido a un pobre cuidado y aumentar la humedad en la habitación.
Propensión al fuego
Los cuidados de la hiedra y las plantas trepadoras pueden variar y en algunos casos pueden ser más complicados. Si tu planta muere y se seca puede causar incendios al entrar en contacto con chispas procedentes de la parte superior de la chimenea de la casa y falsos contactos en la corriente. Para evitar este riesgo debes podar la hiedra para evitar que entre en contacto con zonas de riesgo.
Riesgo de plagas
Los insectos y las plagas son un riesgo para cualquier planta, pero cuando las hiedras y plantas trepadoras se salen de control es mucho más complicado mantener las hojas bajo supervisión y detectar las plagas a tiempo. Otra desventaja es que si tienes más plantas dentro de tu hogar, estas serán propensas a contagiarse y contaminarse de la misma plaga.
Aparición de roedores
Así como las plagas de insectos, muchos de estos roedores se refugian y trepan por las plantas por lo que pueden llegar a subir e instalarse en el techo de tu hogar o entrar por la ventana causando multitud de problemas en tu hogar.
Creación de grietas
Si tu casa tiene alguna grieta existente, las plantas trepadoras son capaces penetrar a través de ellas y dañar la estructura de tu hogar. Aparte, si estas plantas llegan a entrar entre estas grietas, las pueden agrandar y dificultar la reparación de estos daños estructurales.
Generación de humedad
Como cualquier otra planta, la hiedra y cualquier planta trepadora guardan humedad pero esto puede ser riesgoso si la planta se encuentra pegada a la pared. Poniendo en riesgo los acabados aparte de la estructura. Una alternativa a esto es instalar una red o malla entre la pared y la planta que separe los tallos y hojas de la pintura y en general de las paredes.
Mitos sobre la mala suerte
Si eres supersticioso tal vez no lo mejor es no tener plantas trepadoras en lo absoluto. Ya que varios mitos sugieren que cuando estas plantas tapan las superficies por completo ya no dejarán fluir bien las energías positivas en el entorno de la vivienda.
Las hiedras y plantas trepadoras tienen muchos beneficios estéticos y aunque es preferible que estas hermosas plantas crezcan en el exterior, puedes cultivarlas en el interior de tu hogar siempre y cuando tengas los cuidados necesarios.
Fuente: AD
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