Si hay una tendencia decorativa imparable es la de dignificar los dormitorios, que adquieren sin complejos su lugar capital como centro de nuestras vidas privadas. En este espacio cada vez realizamos más actividades: comer, leer, ver televisión o simplemente cerrar la puerta para aislarnos del mundo exterior.
Inspirados por la comodidad de los hoteles, los dormitorios que se solicitan cada vez más a interioristas y arquitectos tienden a ser completos oasis. Para esta bella propuesta sobria y cómoda, el estudio eligió una cabecera de piso a techo en gris, combinada con mesas de noche funcionales, hechas en MDF con poliuretano gris. Ambas incorporan interruptores y tomacorrientes para mayor comodidad.
Frente a la cama encontramos un aparador suspendido con detalles en molduras pintadas en color champán. El tocador, pequeño pero funcional, se ubica cerca de la ventana.
La iluminación artificial juega un rol fundamental al crear diferentes sensaciones en un mismo lugar. Por ello, en este proyecto se manejaron luces LED cálidas en todo el espacio. Los juegos de sábanas son de algodón de 400 hilos y los edredones pueden ser personalizados por el estudio según el diseño del espacio.
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Fotografía: Juan Fernando Zevallos
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