A menudo citado como una técnica de construcción sustentable y vernácula, el bambú es un material natural resistente y versátil, que puede utilizarse tanto como estructura como acabado. En este artículo, presentaremos su variedad de usos en algunas experiencias en espacios colectivos.
Con una amplia variedad de especies, los bambúes son nativos de diferentes partes del planeta donde prevalecen las temperaturas más altas. Históricamente, se han utilizado como materia prima para diversos objetos utilitarios, como instrumentos musicales y mobiliario, y también en la construcción de refugios. Recientemente, su uso en la construcción civil ha sido más debatido por los técnicos y la academia a partir de experiencias que buscan conectar con una arquitectura más vernácula y con menor impacto en el medio ambiente.
El cuidado necesario con este tipo de material, sin embargo, requiere especial atención. El bambú es materia orgánica y, por lo tanto, necesita recibir un tratamiento que lo proteja de la intemperie y también de hongos e insectos que puedan comprometer su estructura. Al mismo tiempo, es un material natural que puede actuar estructuralmente, resistiendo tensiones y compresiones, además de presentar cualidades aislantes térmicas y ser de fácil manejo. A su vez, ofrece una fácil integración con otros materiales como acero, piedra y mampostería, lo que permite contar con una amplia gama de posibilidades de diseño. Utilizado en proyectos de pequeña escala, como residencias, la versatilidad del bambú es una característica importante a la hora de considerar proyectos para uso público y colectivo.
Fuente: ArchDaily
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