Brasa Negra es un nuevo concepto de restaurante de asados en la ciudad de Puebla, con una personalidad exploradora y desenfadada, el proyecto se desarrolla sobre la premisa de ser un espacio para compartir, estableciendo una nueva experiencia en la ciudad.
La meta fue generar un espacio ecléctico con un carácter único, recuperando diferentes representaciones arquitectónicas para dar lugar a un restaurante que contiene diversos microambientes. Cada uno con singularidades, pero girando en torno al fuego, las brasas y los asados, reflejando de esta forma una diversidad expresiva de materiales, texturas y atmósferas.
La experiencia del lugar se concibió para que incitara al usuario a explorar el menú y de la misma forma, el espacio, cada microambiente genera la curiosidad del usuario y al mismo tiempo invitan al disfrute, pues éstos son cobijados por lo envolvente de los materiales y la oscuridad de sus tonalidades. Las brasas, el fuego, la leña y las piedras fueron una constante en el plasmado de la materialidad del proyecto. Conservar lo rústico y agresivo de esas texturas fue base del concepto de la paleta material. Una combinación de piedras rusticas con piedras pulidas, maderas exóticas y una vegetación envolvente.
Los olores formaron parte importante del planteamiento del espacio, desde enfatizar los acentos a brasas, hasta sumergir al usuario al olor de los asados, generando una parrilla como parte central y foco visual desde diferentes puntos del restaurante.
Las aplicaciones de iluminación se plantearon para que fueran el catalizador de las texturas y las diferentes atmósferas. Aplicando acentos, delineados y jugando con la temperatura de color, se crearon gestos que evocan a las flamas, a las brasas y al carbón, conceptos que se encuentran descubriendo y recorriendo el espacio.
Fotografía: Alejandro Mirsha Campos y FD
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