Diseñado por el arquitecto Olson Kundig, el edificio será un moderno laboratorio de investigación deportiva e innovación de Nike.
Desde su adolescencia en el noreste de Ohio, una fama creciente ha rodeado a LeBron James. Casi toda esa fama se debe a su habilidad en la cancha de basquetbol. Pero también se debe a lo que hace fuera de la cancha. El varias veces MVP de la NBA tiene más contratos de patrocinio de los que se pueden decir de corrido, varios papeles en películas de éxito, su propio programa de HBO, una inversión en una popular cadena de pizzas… la lista de sus logros parece ser tan interminable como la sección de comentarios de un video de James en YouTube. Y ahora, tal vez uno de sus legados más duraderos fuera de la cancha es el recién inaugurado Centro de Innovación LeBron James de Nike.
Situado en las instalaciones de la sede mundial de Nike, cerca de Beaverton (en el estado de Oregón, EUA), este edificio de 22,800 hectáreas es el lugar donde la marca planea crear el futuro de la ciencia del deporte, tanto en términos de análisis de datos como de prendas de vestir. Al igual que el atleta que le da nombre, la estructura destaca entre sus pares. Si bien la arquitectura es una empresa estática, no parece haber mucho de estático en este edificio. “Cuando vi [el edificio] por primera vez”, dice LeBron James, “miraba hacia arriba y me parecía que se hacía cada vez más alto”. Es probable que muchos de sus rivales en la NBA hayan dicho lo mismo sobre el salto vertical de James.
Al igual que LeBron James rinde constantemente homenaje a su infancia en Akron, Ohio, el nuevo edificio de Nike también hace un claro guiño a su historia de origen. La fachada del edificio cuenta con una atrevida extensión en voladizo, la cual es la primera impresión del edificio de todos los visitantes. El espacio que sobresale es donde se encuentra gran parte del Laboratorio de Investigación Deportiva de Nike de 7800 cuadrados. Este cuenta con una cancha de basquetbol de tamaño profesional, una pista de 200 metros y un campo de pasto artificial. Pero lo que realmente diferencia a este espacio de cualquier otro laboratorio de investigación deportiva es la instalación de captura de movimiento más grande del mundo (más de 400 cámaras) y 97 placas de fuerza. Estas placas de fuerza son tan sensibles que pueden grabar los latidos del corazón de una persona únicamente parándose sobre ellas.
Para poder utilizar estos instrumentos técnicos, el Laboratorio de Investigación Deportiva tenía que estar situado en la planta baja, algo que hubiera ido en contra de los deseos de tener el laboratorio situado en la planta superior. Así que el arquitecto de AD100, Tom Kundig, decidió innovar. “Cuando le preguntamos a un ingeniero de estructuras qué material funcionaría para que funcionara un suelo tan sensible en su parte superior, nos dio una respuesta: El patrón de waffle de hierro”, dice Kundig. “Fue una coincidencia impensable”.
La coincidencia a la que se refiere Kundig se remonta a los inicios de Nike. “El cofundador de Nike, Bill Bowerman, era famoso por estropear la wafflera de su esposa”, dice Tinker Hatfield, legendario diseñador de tenis y actual vicepresidente de diseño y proyectos especiales de Nike. A lo que Hatfield se refiere es a cómo, a principios de los años setenta, Bowerman intentaba crear una suela de goma de waffle para un nuevo calzado que tuviera agarrare pero que fuera ligero al mismo tiempo. Y voilà, nació la icónica suela de waffle. “Pero la esposa de Bowerman nunca le dijo que dejara de romper las waffleras porque sabía que ese es el proceso de ser innovador”, continúa Hatfield. “Se trata de experimentar, de fracasar y de cometer errores para luego dar con algo realmente maravilloso”.
Pero el edificio no solo se construyó para superar los límites dentro de sus muros; también se diseñó para hacerlo en el exterior. Directamente fuera de la entrada principal, el arquitecto diseñó una rampa con una inclinación del 15.63% que se extiende más de 46 metros. Este espacio no es por pura estética (aunque es bastante bonito), sino que ofrece a los atletas la oportunidad de entrenar en un campus que no tiene ninguna colina natural. Con este disparatado diseño, el estudio de arquitectura Olson Kundig ha convertido la fachada en algo bellamente utilitario.
El edificio se diseñó para albergar a 700 trabajadores de Nike, entre ellos desarrolladores de materiales e innovación de prendas de vestir. El espacio interior del centro de innovación es muy refinado, y sin embargo da la sensación de estar inacabado. La calidad está ahí, pero el margen de crecimiento es interminable. Sin embargo, quizá la parte más importante del edificio para LeBron sea el restaurante “Glo's”, llamado así en honor a su madre, Gloria Marie James. En el interior del restaurante hay un mural que muestra lo más destacado de la carrera de LeBron, incluyendo trofeos de basquetbol originales de sus primeros años incrustados en la pared.
En última instancia, lo que Nike espera lograr con su impresionante edificio de innovación es desbloquear más formas de llevar el rendimiento de los atletas a niveles más altos. Para ello, se valen de la ciencia de datos y de la ropa más innovadora del mercado. Y en el caso de James, de 36 años (un hombre que sigue haciendo clavadas sobre estrellas del deporte de casi la mitad de su edad), quizás no haya mejor atleta para que la marca se alinee en esta búsqueda de la perfección atlética duradera. "Tener mi nombre en el edificio de la innovación de Nike me parece adecuado", dice James, "porque siempre estoy tratando de encontrar maneras de seguir innovando y romper la línea de tiempo de lo que dicen que es tu mejor momento". A la lista de habilidades de LeBron, quizá debamos añadir la de orador motivacional.
Fuente: AD
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