Home Studios , con sede en Brooklyn, ha convertido un motel anticuado en un hotel boutique cerca de la playa en Montauk , Nueva York, utilizando muebles antiguos para que se sienta como un “hogar familiar remoto”.
El renovado Daunt’s Albatross tiene 23 habitaciones ubicadas a dos cuadras de la arena en la ciudad costera de Long Island.
Un establecimiento de gestión familiar desde 1977, el hotel fue completamente renovado por última vez en 1982, por lo que el propietario Leo Daunt decidió que era hora de realizar mejoras manteniendo los diseños familiares.
“La historia de Daunt’s Albatross está arraigada en la pasión de una familia por compartir la belleza natural de Montauk con visitantes y lugareños por igual, dándoles la bienvenida a un espacio que se siente como en casa, aunque solo sea por una estadía corta”, dijo el fundador de Home Studios , Oliver Haslegrave.
“Nuestros principios rectores de diseño incluyeron tres temas generales: la belleza agreste de la naturaleza intacta, la calidez reunida y la historia familiar, y las comodidades de un santuario moderno”, continuó.
El complejo consta de dos edificios separados por un patio estrecho, poblado con sillas Adirondack dispuestas alrededor de fogatas en áreas de grava.
En el vestíbulo, un mosaico de losas en el suelo y vigas de roble recuperadas en el techo complementan un mostrador de recepción personalizado de piedra caliza y madera de aliso.
Las amplias y luminosas habitaciones Deluxe Double y Standard Queen están amuebladas con moderación con una variedad de piezas antiguas y antiguas de múltiples épocas, “como si el hotel fuera una casa familiar remota”, según Haslegrave.
La suite Koda del hotel incluye una sala de estar con una chimenea de leña, una pequeña cocina con un pequeño comedor y un diván escondido detrás de una cortina de lino.
En todas las habitaciones hay puertas y armarios de color azul pastel, placas para salpicaduras de azulejos de color azul oscuro, muebles de madera y obras de arte tejidas.
“Los muebles, la iluminación y la decoración son piezas antiguas cuidadosamente seleccionadas y elementos personalizados únicos que priorizan la función, la simplicidad y la materialidad”, dijo Haslegrave.
“Capas de arte y decoración, desde pinturas de la dueña original, la abuela Daunt, hasta textiles hechos a mano, agregan una capa de calidez sentimental en todo el vestíbulo y las habitaciones”.
Los baños están revestidos con azulejos de color verde pálido y acentuados con accesorios y herrajes negros que brindan un toque contemporáneo.
El sitio también incluye una piscina y un área de terraza en el extremo occidental, y se anima a los huéspedes a salir y explorar los paseos por los acantilados y los parques estatales de la zona.
The Albatross representa un refugio moderno y encantador donde los huéspedes pueden disfrutar de la belleza natural que rodea a Montauk con una sensación de comodidad y relajación que solo puede brindar una experiencia de hospitalidad íntima e inspirada en la región”, dijo Haslegrave.
En el extremo oriental de Long Island y apodado El fin del mundo, Montauk es un lugar de vacaciones de verano popular para las familias de Nueva York, los surfistas, los asistentes a la fiesta y los propietarios adinerados por igual.
