En Barranco, donde las fachadas respiran arte y la brisa marina se mezcla con el pulso bohemio del barrio, surge un proyecto que traduce la esencia del distrito en lenguaje espacial. Las áreas comunes de este edificio multifamiliar, diseñadas por los arquitectos Ernesto Monge Doig y Veria Guimet de Lúmica Studio, fueron concebidas como un manifiesto visual, una celebración del color, la cultura y la energía que definen a este emblemático rincón de Lima.

El concepto parte de una premisa clara: convertir el arte y el color en materia arquitectónica. A partir de materiales honestos como el concreto expuesto y la madera natural, los arquitectos construyen una atmósfera cálida y contemporánea que sirve de lienzo para una intervención artística única. Los murales del artista Pésimo irrumpen en los espacios como una corriente viva que inyecta ritmo, identidad y expresión, reforzando la conexión del proyecto con el espíritu barranquino.

Uno de los recursos más distintivos es el juego de pisos y la geometría de los mosaicos, cuya trama rinde homenaje a los antiguos cafés del barrio, reinterpretados desde una mirada actual. En el lobby, la transición entre los mosaicos y el pavimento liso se convierte en una metáfora tangible del paso entre el pasado y el presente. La composición cromática de las piezas cerámicas evoca la nostalgia de lo tradicional, al mismo tiempo que propone una lectura contemporánea del espacio limeño, donde la historia y la modernidad dialogan en equilibrio.


Desde el lobby y la sala de espera hasta el salón gourmet, el área de coworking, el gimnasio, la lavandería y la zona infantil, cada ambiente fue diseñado para provocar encuentros y construir comunidad. La iluminación precisa, el mobiliario de líneas puras y los acabados sobrios componen una atmósfera que equilibra lo industrial con lo humano, lo funcional con lo sensorial.




Más que un edificio, este proyecto celebra la convivencia entre residentes y viajeros, ofreciendo una experiencia que va más allá del confort. Cada rincón está pensado para contener momentos: conversaciones, risas, pausas.
Fotografía: Ernesto Monge Doig