La propuesta se centra en diseñar un espacio de aprendizaje flexible y multifunctional, el cual mantenga una atmósfera lúdica entre lo educativo y la programación digital. La confiuración del espacio parte por brindar iluminación natural a los 4 ambientes principales: 3 aulas y 1 área creativa. El ingreso es a través de la recepción la cual distribuye a todos los espacios desde una ubicación central aminorando la circulación y manteniendo el registro visual hacia los demás espacios. Como programa, se proponen 3 aulas para 12 alumnos cada una. Las aulas están ubicadas en un mismo eje, por lo que las divisiones se propusieron como paneles corredizos, que a su vez funcionan como pizarras para ambos lados. Estos paneles permiten la apertura entre aula y aula, para crear espacios con mayor capacidad. Además, el mobiliario es modular. La forma trapezoidal de los escritorios, permite una amplia variedad de disposiciones dependiendo de la forma como se quiera trabajar: personal, en parejas, equipos pequeños, lineal, entre otros. El área creativa es una alternativa educativa y casual para dictar una clase. La presencia de la gradería y los puffs, permiten al alumno ubicarse de forma menos rígida que en las aulas. A pesar de ser un espacio abierto y ligado a la recepción, el círculo del falso cielo razo le da unidad y remarca el área creativa. Para aminorar costos, se utilizó falso cielo raso solo en áreas comunes como recepción y pasadizos. Las aulas se trabajaron con la losa e instalaciones expuestas, y son las luminarias colgantes las que trabajan como falso cielo raso dando escala al espacio. Estas luminarias están dispuestas de forma diagonal lo cual brinda dinamismo a los espacios de aprendizaje. En cuanto a la materialidad, el blanco brinda una atmósfera moderna y futurista al proyecto, en complemento con tonos azules y morados propios del branding de Crack The Code. Se complementan estos tonos con la madera del triplay fenólico para darle calidez a los ambientes.
