Elegir muebles de melamina puede ser una gran decisión si se busca practicidad, estética y durabilidad. Sin embargo, no toda melamina es igual, y hay ciertos aspectos clave que definen su calidad y vida útil en el hogar.
Uno de los primeros puntos a revisar es el grosor de la melamina. Las placas más gruesas (generalmente de 15 a 18 mm) ofrecen mayor resistencia al peso y al uso diario, lo que las hace ideales para closets, repisas, escritorios y gabinetes de cocina.
Otro factor fundamental son los bordes o cantos. Los muebles de buena calidad usan bordes sellados con termofusión o láser, que protegen mejor contra la humedad y evitan el desprendimiento con el tiempo. Los acabados también importan: una buena melamina no solo imita texturas como la madera o el mármol, sino que además tiene una superficie firme, resistente a rayaduras y fácil de limpiar.
Finalmente, vale la pena preguntar por la resistencia al calor, humedad y agentes químicos, sobre todo si se usarán en cocinas, baños o áreas de alto tránsito.
Invertir en melamina de calidad es asegurar que los muebles no solo luzcan bien al principio, sino que se mantengan firmes y funcionales por años.
Para conocer opciones de melamina de alta resistencia y diseños actuales, echa un vistazo a las novedades en Arquiproductos.