Ubicada en Brasilia, Casa Viva es una residencia diseñada por el despacho SAINZ arquitectura, que trasciende la función habitacional para convertirse en un espacio profundamente emocional. Más que una casa, este proyecto es un refugio donde la arquitectura se convierte en un puente entre la vida interior de sus habitantes y el paisaje que la rodea.

Originalmente pensada como una casa de fin de semana, Casa Viva evolucionó hasta convertirse en el hogar principal de una pareja profundamente conectada con su entorno. Desde el inicio, el estudio asumió una postura sensible y curatorial, atendiendo no solo a las necesidades espaciales, sino también a las capas emocionales que conforman la identidad de los clientes y su vínculo cotidiano con México y con la naturaleza.

El diseño se articula en tres cuerpos principales: dos bloques separados que se conectan mediante un pabellón social. Uno de los bloques alberga los espacios íntimos, habitaciones, baños y áreas de descanso, mientras que el otro contiene zonas de trabajo y apoyo. En el centro, el pabellón se abre como un espacio vibrante destinado a la convivencia, con una cocina gourmet, sala de estar, comedor y una bodega acogedora, pensado para encuentros memorables.

La arquitectura Brasiliense se hace presente a través del uso de bloques de hormigón perforado, que aportan textura, privacidad y juego de luces, sin perder conexión con el exterior. Los pilotis, elementos clave en la composición, elevan la estructura y refuerzan la idea de ligereza y respeto por el terreno natural.
Desde el acceso, un espejo de agua recibe al visitante, marcando el tono contemplativo que recorre toda la vivienda. En un rincón discreto del terreno, la piscina emerge como espacio de descanso y contemplación, cerrando el recorrido con una nota de serenidad.


En Casa Viva, la luz natural, la austeridad material y el silencio se integran en una atmósfera de elegancia sobria. Cada detalle fue diseñado para provocar una experiencia emocional, donde la arquitectura no solo se habita, sino que se vive con gratitud y profundidad.