La Casa de la Manzana, diseñada por Okra Studio, se presenta como un innovador centro de educación y bienestar integrado en una extensa biblioteca de plantas concebida por Tom Stuart Smith Studio. El proyecto, ubicado en Hertfordshire, destaca por su estrecha relación con el paisaje, su enfoque comunitario y su radical compromiso con la sostenibilidad material.
El edificio se erige a partir de una estructura de pórtico de madera laminada encolada, desarrollada por Structure Workshop, que permite crear un amplio volumen interior abierto. Grandes aberturas estratégicamente orientadas conectan los espacios multifuncionales con su entorno inmediato: un bosque al sur, un huerto al este y la biblioteca de plantas al oeste. Esta integración espacial refuerza el vínculo entre el programa educativo y el territorio natural que lo rodea.
La Casa de la Manzana alberga un programa comunitario y educativo durante todo el año, orientado a la horticultura, el bienestar y la gestión ambiental. Escuelas locales, grupos juveniles, organizaciones de salud mental, residentes y profesionales del diseño participan activamente en actividades formativas y de divulgación. La colaboración con la organización benéfica Sunnyside Rural Trust fue fundamental, ya que su presencia permanente en el sitio permite brindar formación en horticultura y oportunidades laborales para adultos con autismo.
Ubicado dentro del Cinturón Verde Metropolitano, el proyecto enfrentó importantes restricciones de planificación. Para obtener el permiso, Okra Studio trabajó estrechamente con la comunidad local, demostrando la necesidad y el valor social del centro; una colaboración clave para justificar las circunstancias especiales requeridas por la normativa.
En materia de sostenibilidad, Okra adoptó un enfoque pionero. La estructura de madera prefabricada se complementa con pisos artesanales de arcilla local sin cocer, hormigón de cáñamo, revestimientos de cal y paneles de roble hendido. En conjunto, estos materiales generan una atmósfera cálida, natural y sensorialmente serena. La colaboración con el especialista en materiales naturales Will Stanwix permitió experimentar con bloques de arcilla cruda, típicamente usados en muros y producidos por el ladrillero local HG Mathews. A partir de ellos se creó un innovador suelo de tierra económica, cortando los ladrillos en láminas y sellándolos con un aceite de linaza pigmentado que realza los tonos orgánicos de la arcilla.
El revestimiento de roble hendido constituye otro elemento distintivo. Proveniente de robles talados a 500 metros del sitio, su procesado manual y su forma irregular aportan carácter al edificio, al tiempo que generan un microhábitat atractivo para diversas especies, incluida el murciélago de Barbastelle, una de las más raras y amenazadas del Reino Unido.
La Casa de la Manzana se consolida así como un ejemplo excepcional de arquitectura sostenible, profundamente conectada con su comunidad y su paisaje, y comprometida con un futuro donde el diseño, la ecología y la inclusión avanzan de la mano.
Fotografía: Construyendo Narrativas




