En la ciudad de Progreso, Yucatán, México, el estudio TACO taller de arquitectura contextual presenta Casa Puerto, un proyecto multifamiliar de escala reducida que propone una nueva forma de habitar frente al mar. Concebida como un modelo de alojamiento alternativo, esta obra combina la cercanía de la playa con la energía urbana del malecón, ofreciendo a los visitantes una experiencia inmersiva y auténtica.
El edificio, levantado sobre un terreno de apenas 5 x 17 metros, alberga dos unidades de vivienda independientes pero conectables, capaces de integrarse para formar un único espacio. Esta flexibilidad permite adaptar el uso del inmueble a distintas necesidades, optimizando la superficie construida de tan solo 95 m².

El diseño parte del respeto hacia lo preexistente: los muros perimetrales y una antigua puerta del edificio anterior fueron conservados e incorporados a la nueva estructura, otorgando continuidad histórica y valor simbólico. A partir de ello, se organizó un esquema funcional que incluye una unidad en planta baja, otra en planta alta, un módulo de circulación vertical con servicios, una terraza-mirador en la azotea y jardines en planta baja.
El acceso se realiza por un estrecho callejón peatonal que desemboca en un patio vestíbulo, punto de encuentro desde donde se distribuyen las áreas principales. La unidad inferior se abre hacia un jardín privado que recrea un pequeño paisaje costero con vegetación autóctona, arena y una fuente. En su interior, los espacios fluyen alrededor de patios interiores, generando ventilación natural y una sensación de amplitud.



La unidad superior, por su parte, cuenta con amplios ventanales orientados al mar y un balcón que enmarca las vistas hacia el muelle y el faro. En la azotea, una terraza-mirador con piscina y zona de barbacoa ofrece un espacio de contemplación y encuentro frente al paisaje marítimo.
En cuanto a los materiales, el proyecto recupera los muros de piedra existentes, combinándolos con pisos de hormigón blanco con incrustaciones de concha, estucos pigmentados en tonos marinos, madera de cedro local y acero oxidado, evocando la estética industrial del puerto y su entorno.



Casa Puerto representa una arquitectura que interpreta el lugar con sensibilidad contemporánea, integrándose armónicamente a la escala barrial y proponiendo una alternativa de alojamiento íntima, sostenible y profundamente conectada con la identidad costera de Progreso.
Fotografía: Paulina Góngora