Ubicado en el prestigioso barrio Jardins de São Paulo, este apartamento ocupa la primera planta de un edificio diseñado por Sérgio Ambrogini en 1973. La intervención actual retoma parte de la reforma realizada en 2021 por Studio Lak, conservando elementos clave y reinterpretando el espacio para la vida contemporánea.
El salón principal, con una amplitud de 7,5 metros sin columnas centrales, permitió revelar la losa nervada original tras retirar el techo, mostrando la textura del hormigón y las marcas del encofrado de madera del vaciado original. Esta decisión dota al espacio de una presencia arquitectónica fuerte, equilibrada por una iluminación sutil: una franja de luz indirecta con focos recorre toda la estancia, mientras que una estantería blanca con perfil LED integrado sigue los marcos de las ventanas del balcón, que puede abrirse completamente para integrar interior y exterior.
El apartamento, alejado de la calle y con vistas a la copa de los árboles, disfruta de luz natural abundante durante todo el día. El comedor, con techos más bajos debido a los equipos de aire acondicionado, se pintó de blanco, generando un contraste armonioso con la losa de hormigón vista.
En la cocina, los antiguos armarios azul petróleo fueron reemplazados por acabados de vinilo gris, creando un ambiente neutro y sereno. La estantería diseñada por Paulo Alves se destaca como un elemento central: anclada a la pared solo en tres puntos, permite que las baldas queden separadas dos centímetros de la pared, facilitando ventilación, el paso de cables y ofreciendo una sensación de ligereza.
El proyecto logra un equilibrio entre la estructura histórica y soluciones técnicas modernas, revelando la belleza del apartamento original mientras lo adapta a las necesidades del estilo de vida contemporáneo. La combinación de hormigón visto, luz natural y detalles funcionales transforma el espacio en un ejemplo de arquitectura residencial que integra estética, técnica y confort.




