En el corazón de Serrat de la Cadalt, el estudio Fran Silvestre Arquitectos ha llevado a cabo la rehabilitación de una masía abandonada, transformándola en una vivienda contemporánea sin perder su esencia rural. El proyecto, denominado Casa Mas Cadalt, parte de una intervención respetuosa, centrada en conservar lo existente y actuar solo donde era necesario, reinterpretando la tradición constructiva de Girona con un lenguaje arquitectónico actual.
Los nuevos propietarios, que dejaron atrás su vida en Londres, encontraron en este entorno natural un espacio ideal para mantener su actividad profesional, ahora trasladada a un estudio ubicado en la planta superior del antiguo volumen agrícola. Esta adaptación refleja una tendencia contemporánea iniciada en los años noventa: la posibilidad de vivir y trabajar desde cualquier lugar, combinando naturaleza y tecnología.
La distribución interior responde a la lógica original de la masía. En la planta de acceso se sitúan la cocina y el salón, orientados hacia las vistas de la Sierra de la Cadalt; en la planta superior, dos dormitorios; y en el nivel inferior, el antiguo establo se convierte en una versátil sala multiusos. Cada espacio mantiene proporciones y materiales coherentes con la historia de la edificación.
Constructivamente, se respetó el sistema tradicional de muros de mampostería de piedra caliza, reforzado con mortero de cal. Sobre esta base, se incorporó aislamiento térmico de corcho y una segunda piel interior que mejora la luminosidad y permite integrar instalaciones modernas sin alterar la estética original. El pavimento de piedra caliza refuerza la unidad material y visual del conjunto.
La vivienda alcanza un alto grado de autosuficiencia, gracias a paneles fotovoltaicos, baterías y un sistema de cisternas para el almacenamiento y uso del agua, una de las cuales se adapta como piscina. Las tierras circundantes, cultivadas, aseguran el abastecimiento alimentario de sus habitantes.
Más que una restauración, Casa Mas Cadalt es una reflexión sobre el modo de habitar contemporáneo, donde tradición, sostenibilidad y diseño se entrelazan con sensibilidad y precisión, devolviendo vida y significado a una arquitectura rural del pasado.
Fotografía: Fernando Guerra




