En Zihuatanejo, México, Zozaya Arquitectos presenta Casa Yuri, una residencia de 2,200 m² que redefine la relación entre arquitectura, paisaje y océano. Concebida con total libertad creativa, la casa busca reinterpretar la tradición vernácula de la región mediante un lenguaje contemporáneo, integrándose al acantilado y ofreciendo vistas espectaculares del Pacífico.


El proyecto se organiza a través de una rampa peatonal rodeada de jardines que conduce a un vestíbulo principal. Desde este punto, la circulación se divide entre áreas de servicio y una gran escalera escultórica que conecta con los espacios sociales. El corazón de la residencia es una imponente palapa de 17 metros de diámetro y más de 11 metros de altura, la mayor construida por ZAR para una vivienda privada. Bajo su estructura conviven el comedor, la zona de bar y parrilla, el salón principal y áreas de descanso junto a una piscina suspendida sobre ménsulas de hormigón.

En niveles inferiores se ubican el estudio, el gimnasio, el sauna y la suite principal, con una experiencia inmersiva marcada por el sonido de las olas. En la planta principal, tres habitaciones con baño privado se conectan mediante un corredor sombreado frente al mar. El nivel superior incorpora dos suites con terraza, una pérgola de acero suspendida, sala de juegos y un área recreativa con piscina infantil.

La materialidad celebra la identidad de Zihuatanejo: techos de palma, madera de parota, piedra de río, terrazas de ipé y yesos chukum, complementados con mármol beige Vermont abujardado por sus cualidades estéticas y antideslizantes. El paisajismo, a cargo de Entorno, refuerza esta integración con especies nativas y techos verdes.


Más allá de su escala y complejidad, Casa Yuri se distingue por su enfoque sostenible: estrategias bioclimáticas, ventilación cruzada, aleros profundos y un sistema de tratamiento de aguas residuales para riego. En solo 18 meses, Zozaya Arquitectos materializó una obra que combina lujo, técnica y respeto por el entorno, consolidándose como una de sus residencias más ambiciosas.
Fotografía: César Belio