Hogar Florencia, diseñado por el estudio Taller MACAA, forma parte de KUSKA, un espacio colectivo en el Valle Sagrado de Cusco, Perú, que combina vida y trabajo en la Cordillera de los Andes. El proyecto se adapta al clima templado de montaña, marcado por veranos lluviosos e inviernos secos, priorizando la eficiencia térmica y la integración con el entorno.

La vivienda se organiza en dos áreas principales: el Estudio y el Taller. El Estudio, ubicado al este, se despliega en dos subniveles que responden a la pendiente natural del terreno. En el nivel superior se encuentran el acceso, la despensa y un baño seco, mientras que en el nivel principal se ubican la cocina, el comedor y la sala de estar, conectados a un patio independiente. Un muro de tierra orientado al oeste amplía su espesor para absorber la energía solar, permitiendo además que las aberturas altas inunden los ambientes con luz natural durante todo el día.

El Taller, concebido como un espacio de doble altura, está vinculado al Estudio mediante arcos de adobe. Se extiende en sentido norte-sur con terrazas de piedra que funcionan como senderos semiabiertos y zonas de trabajo al aire libre. En este espacio se elaboraron los muebles de Florencia, consolidando su carácter productivo y creativo.


La volumetría se resuelve con cubiertas a dos aguas inspiradas en la vivienda tradicional andina, apoyadas en un muro de 80 cm de espesor que organiza y conecta los distintos ambientes. La disposición en forma de L en torno a una plaza central define un núcleo privado rodeado de patios, generando un espacio íntimo para los residentes de KUSKA en el Valle Sagrado de Perú.
La materialidad responde a la tradición constructiva local: adobe, piedra, madera, caña y tejas se combinan con marcos de hierro y detalles de color amarillo que dialogan con el paisaje agrícola y las flores de retama. Las ventanas, más allá de iluminar, enmarcan vistas hacia el entorno inca, reforzando la conexión entre arquitectura y territorio.


Casa Florencia se presenta como una reinterpretación contemporánea de la arquitectura andina en Perú, respetando sus principios esenciales y adaptándolos a las necesidades actuales. Su propuesta destaca por la sostenibilidad, la funcionalidad y la armonía con el entorno, ofreciendo un hogar que equilibra tradición y modernidad en el corazón del Valle Sagrado.