Ubicada en el exclusivo entorno de Cerro Azul, dentro del Club Playa Las Palmeras, la Casa PR es una vivienda unifamiliar proyectada por el arquitecto Nathaniel Alonso Perich Soto. Se levanta sobre un terreno en pendiente, articulando sus espacios a través de tres cuerpos que descienden suavemente hacia el mar, respetando el relieve natural y aprovechando su doble frente hacia calles en distintas cotas.

La propuesta arquitectónica responde a complejas restricciones normativas y a necesidades específicas del cliente, pero va más allá: busca una forma de habitar que combine racionalidad y sorpresa espacial. Con una composición geométrica clara pero dinámica, la vivienda se abre de manera decidida al paisaje marino, fragmentándose en niveles que reducen su impacto visual sobre la colina.

El semi-sótano, parcialmente enterrado y revestido en piedra talamoye, se mimetiza con el terreno rocoso. En este nivel se ubican el área de visitas y el acceso peatonal desde el malecón. Su cubierta funciona como una terraza elevada que corona la base pétrea. Los vanos, protegidos por celosías de madera Huayruro, filtran la luz y las vistas, dando carácter y privacidad a una fachada abstracta que ocupa los 10 metros lineales del frente inferior del lote. Un patio central, que conecta visual y funcionalmente todos los niveles, alberga una escalera de concreto en voladizo como núcleo vertical.
El primer piso es el punto de ingreso vehicular desde la calle superior. A través de una celosía de madera se accede a un espacio techado y calado, que funciona como umbral entre exterior e interior. Un muro continuo color verde jade, que contiene los servicios, guía al visitante hacia la zona social principal: sala, comedor y cocina se integran en un solo ambiente abierto, ventilado y orientado al océano. Una terraza frontal y una piscina en voladizo concebida como una gran viga de concreto, completan el paisaje habitable.


El segundo nivel se presenta como un volumen puro en voladizo que alberga los dormitorios principales. El recorrido hasta esta planta culmina con un ventanal enmarcado hacia el horizonte marino. Un pasillo cenitalmente iluminado organiza la distribución y aporta un juego de luz natural constante.


Casa PR se construye como una secuencia ascendente y fluida entre lo público y lo privado, entre la calle y el mar. Un proyecto donde estructura, materialidad y paisaje se integran en una arquitectura que es, a la vez, refugio y mirador.